"Es el partido de mi vida por las circunstancias", aseguró el argentino Federico Delbonis tras ganar la final de la Copa Davis.
EFE
SANTIAGO.- "Todavía no lo puedo creer, cuando vi que la pelota se iba me vinieron quinientas cosas a la cabeza, esta Copa y todo lo que pasamos... Sí, es el partido de mi vida por las circunstancias". Así de claro se mostró el tenista argentino Federico Delbonis (41 de la ATP), luego de vencer al croata Ivo Karlovic y de paso darle por primera vez en la historia a su país el título de la Copa Davis, luego de cuatro finales perdidas.
Por eso, hoy "Delbo", de 26 años, es considerado como un verdadero héroe, pues lo consiguió en Zagreb, ante el número 20 del circuito por un contundente 6-3, 6-4 y 6-2 y todo desde las sombras, porque mientras en las horas previas a su estupendo juego todos los flashes se quedaban con el histórico triunfo de Juan Martín del Potro ante Marin Cilic, el nacido en la localidad de Azul preparaba lo que sería el juego más importante de su carrera.
Delbonis comenzó en el tenis a los siete años. En 1997 debutó en los torneos de la Confederación Sudamericana de Tenis (COSAT). Alternando entre buenos y malos resultados, pudo instalarse definitivamente en el circuito profesional en 2007.
Esto le dio un nuevo impulso que lo puso en carrera para entrar a torneos de más envergadura. El 2010, participó por primera vez en una serie de Copa Davis frente a Suecia. Su última actuación en este torneo fue en el repechaje ante Israel, allí logró junto con Leonardo Mayer (como principales baluartes) permanecer en el Grupo Mundial.
Ha ganado dos títulos de ATP 250 y seis Challengers. Llegó a estar en el puesto 33 del ranking en mayo de este año, la que fue, hasta ahora, su mejor marca.
Sus bases de entrenamiento son en su natal Azul y en Barcelona, donde sigue construyendo su carrera profesional. Su fuerte es el drive y juega el revés a dos manos.
Siempre ha dicho que sus ídolos son el trasandino Guillermo Vilas y el sueco Björn Borg. Además, se considera fanático del fútbol, pues de chico jugaba al arco pero según su madre "no era muy bueno", y del cine. El gran sueño es ganar un Grand Slam y situarse entre los cinco mejores del ranking de la ATP.
Hoy, para muchos entendidos, el ascenso de Delbonis todavía no ha concluido, y su sello en una cancha es cada vez más claro, ese mismo sello que marcó cuando venció a históricos como Roger Federer, el 2013, y Andy Murray, este 2016.
