BOGOTÁ.- Este miércoles, en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, se debía disputar la primera final de la Copa Sudamericana, la que no se pudo llevar a cabo por el fatal accidente que sufrió el avión que trasladaba al Chapecoense de Brasil y que cobró la vida de 71 personas, entre jugadores, cuerpo técnico, periodistas y tripulación.
Es por ello que desde Atlético Nacional, club que iba a enfrentar a los brasileños en la final continental, decidieron rendir un sentido homenaje en el mismo campo donde se hubiese llevado a cabo el compromiso.
Y todos acudieron al emocionante acto. Los hinchas del elenco "verdolaga" no sólo repletaron el recinto, sino que una enorme multitud también se apostó en las afueras del reducto deportivo para hacer sentir su apoyo por el terrible accidente.
Después de escuchar marchas fúnebres, el estadio estalló al grito de "íVamos, vamos, vamos Chapé!". Hubo aplausos y saltos. Se levantaron globos, ramos de flores y banderas blancas. En pancartas gigantes se leía "El fútbol no tiene fronteras", "Todos somos Chapecoense" y "Chapecoense inmortal".
"Los brasileños no olvidaremos jamás la forma en que los colombianos sintieron como suyo el terrible desastre que interrumpió el sueño de Chapecoense", dijo en español el canciller de Brasil, Jose Serra, interrumpido por sus propias lágrimas y la ovación de los asistentes del Atanasio Girardot, un estadio con capacidad para 40.000 personas. La solidaridad de los colombianos, agregó, ofrece un enorme consuelo, "una luz en la oscuridad cuando todos estamos intentando comprender lo incomprensible".
En tanto, en el Arena Condá de Brasil, los hinchas del Chapecoense también repletaron el recinto para homenajear a los jugadores fallecidos. De hecho, los propios futbolistas que no viajaron a Colombia estuvieron presentes en el campo de juego para, entre lágrimas, rendir tributo a sus compañeros.
En Colombia, autoridades locales, voces del mundo del fútbol y del Atlético Nacional pronunciaron emotivos discursos que cerraron con la lectura de un comunicado enviado por el Vaticano.
La banda de guerra del Ejército puso música al evento, donde sonó el himno de Colombia y el de Brasil, que declaró el martes tres días de luto oficial por el accidente.
Desde el momento del siniestro, el club de Medellín pidió a la Confederación Sudamericana de Fútbol que diera el título de campeón al equipo que volaba en un avión británico y se estrelló a cinco minutos de llegar a su destino dejando 71 muertos y seis heridos.