El lateral logró consolidarse en la UC y de hecho es uno de los que más minutos jugó en el bicampeón.
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TEMUCO.- Fue uno de los más regulares en la obtención de la duodécima estrella de Universidad Católica. Ayer y tras el pitazo final en la victoria 2-0 sobre Temuco en el sur, Alfonso Parot estalló en emoción sobre la cancha del Germán Becker.
El lateral izquierdo de los cruzados tenía una espinita clavada. Esa que decía que a sus 27 años, aún no podía ser campeón local con el equipo que lo formó. Pero todos esos fantasmas y sinsabores, quedaron enterrados ayer a los pies del Cerro Ñielol.
Con 1350 minutos jugados y habiendo participado de todos los encuentros de Católica en el nuevo título, Parot conversó con Emol y explicó de manera muy particular su receta para lograr convencer al técnico Mario Salas, quien en el torneo pasado no lo consideró provocando su salida a préstamo a Huachipato.
"Lo hice de una sola manera: sacándome la 'cresta'. Tuve un cambio de mentalidad importante para poder llegar a esto. La verdad es que me siento muy contento y satisfecho de vivir este momento. El fútbol no te da si uno no está bien", reveló visiblemente emocionado el "Poncho".
En ese sentido, valoró el hecho de haber pasado un semestre fuera de San Carlos de Apoquindo. "Ese período en Huachipato sirvió mucho, creo que me ayudo a crecer como jugador y persona. Me encontré conmigo mismo. Hay una madurez como persona y también como equipo. Ante situaciones adversas, mantuvimos la calma", analizó.
Escenarios complejos que en lo personal, a nivel de campaña, no vivió. Al menos eso registran los números, que indican que el formando en las inferiores cruzadas es el único jugador de campo que disputó absolutamente todos los minutos y partidos del Apertura 2016-2017.
No fue sustituido, no sufrió lesiones ni tampoco fue expulsado, algo que hace años le pasaba la cuenta. Además, se dio el lujo de anotar un golazo en el triunfo 2-0 ante Universidad de Concepción, por la décimotercera fecha y que fue clave en la ruta hacia el bicampeonato.
Sin lugar a dudas, Parot es la muestra fehaciente de que el "Comandante" si da posibilidades cuando ve que un soldado se esfuerza. Después del escarmiento vivido, "Poncho" por fin pudo sacarse la cargada mochila de haber acariciado títulos y ahora va por más gloria en el club de sus amores...
