Al parecer los días del jugador más ganador en la historia azul están contados en el CDA.
Carlos Catalán, El Mercurio
SANTIAGO.- Terremoto en Universidad de Chile. El anuncio de Johnny Herrera golpeó a todos en el CDA. El ídolo y capitán de los azules se aburrió y se quiere ir del club.
"Me reuní con Azul Azul para acordar mi salida de la U, esa es la realidad de lo que hablamos y en eso estamos", señaló fuerte y claro el portero a El Mercurio.
Los cuestionamientos públicos del presidente de la concesionaria, Carlos Heller, quien le mandó un potente mensaje señalando que "no nos gustan las vacas sagradas, ni los cabrones", golpearon duro al capitán de la U.
Sin embargo, su último cruce de declaraciones con el timonel no es el único motivo que gatilló la decisión de Herrera. Hay una serie de controvertidos capítulos que finalmente derivaron en el quiebre del referente con Azul Azul.
Desde el entorno del golero explican que su radical determinación también se debe "a los cuestionamientos que siente ha recibido pública e internamente de algunos directores".
El arquero se siente dolido y a la vez cansado de los errores dirigenciales que hoy tienen al conjunto laico sumido en una crisis futbolística. Pero no es lo único.
Hace unos meses hubo un hecho clave que comenzó a marcar el quiebre entre el capitán y la dirigencia: El tira y afloja para la renovación de su contrato.
El ídolo de los azules esperaba asegurar su continuidad hasta 2020, sin embargo, los directivos no aceptaron su petición y sólo le ofrecieron extender su vínculo hasta junio de 2018.
"Más que el plazo de renovación, lo que molestó a Johnny fue el trato recibido en ese momento", detallan desde su círculo íntimo.
Luego de ese controvertido capítulo, en que el meta confesó no sentirse valorado por la directiva, pasó el tiempo hasta que todo explotó con la crítica pública de Herrera.
"Somos una institución muy grande, no somos un club para hacer experimentos como tener dos técnicos. Tenemos que hacer una reestructuran bastante profunda", lanzó luego del empate ante Huachipato por la última fecha del Apertura.
Sus palabras rápidamente encontraron respuesta en Heller. "Se acabó la buena onda (con los jugadores). Acá no hay vacas sagradas, no mandan los referentes, mandan los directores. No nos gustan los cabrones", dijo fuerte y claro el timonel en conferencia de prensa.
Este cruce de declaraciones marcaron el quiebre definitivo entre ambas partes, uno que ya se venía acentuando hace bastante tiempo y que hoy tienen al capitán azul muy cerca de partir.
Al parecer los días del jugador más ganador en la historia azul están contados en el CDA.