Mark González tendrá tarea en Colo Colo.
David Alarcón, El Mercurio
SANTIAGO.- Estaba exultante ayer en el albor de la noche de jueves, el presidente de Colo Colo, Aníbal Mosa. Es que tras el golpe que les provocó la salida de Martín Rodríguez debían reaccionar rápido, sobre todo para frenar las molestias de Pablo Guede.
Y lo consiguieron, porque a 24 horas de la oficialización de la partida del carrilero, ya tenían a su reemplazante. Era nada menos que un ex mundialista: Mark González.
"Queríamos sacarnos una foto ahora (jueves) y subirla, pero lo haremos mañana (viernes). Es del gusto del técnico y le pongo todas las fichas, creemos que le irá muy bien", lanzaba jubiloso el regente albo.
Pero ese "creemos que le irá muy bien" trae consigo un anexo, porque en la concesionaria que dirige al Cacique se blindaron ante el principal obstáculo en la carrera del formado en Católica: Las constantes lesiones.
El acuerdo por una temporada con el futbolista -según escribe El Mercurio- trae consigo una cláusula y es que a González se le exige jugar a lo menos el 70 por ciento de los minutos de los de Macul para renovar automáticamente su vínculo hasta junio de 2018.
Esa petición se entiende básicamente en el temor que hay en Pedrero por el físico del jugador, aunque explican que "llega sin lesiones" y que el propio Pablo Guede está convencido de que puede sacar el mejor rendimiento del ex seleccionado chileno, tal como lo ha hecho en los casos de Esteban Paredes y Jaime Valdés a quienes les ha recomendado un trabajo especial.
El tema es que finalmente Mark González tendrá una carga extra en su ya abierto periodo en Colo Colo.
