A los jugadores nacionales no les gustó la reacción de los hinchas.
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SANTIAGO.- La relación entre los seleccionados chilenos y el público no terminó de la mejor forma en el estadio Monumental. Al menos así lo hizo ver la molestia de Claudio Bravo.
El capitán le recriminó a la hinchada las pifias que cayeron en el segundo tiempo cuando la "Roja" ganaba 3-1. Tras el partido este hecho siguió siendo tema.
La situación fue conversada en el vestuario de la "Roja". Los jugadores expresaron su molestia con el hincha y con la prensa, aunque le bajaron el perfil y confirmaron que los tres puntos dejan tranquilo al equipo, pues explican que "se cumplió el principal objetivo"
Ya al momento de hablar luego del triunfo, los pupilos de Juan Antonio Pizzi no ocultaron su sentir ante las pifias recibidas en el Monumental.
"Es una situación rara, necesitamos el apoyo de la gente y no que nos tiren para abajo. Quizás fue por la cantidad de goles que fallamos", sostuvo Pablo Hernández.
Bravo, protagonista de la queja contra la hinchada, manifestó que "no se entienden las pifias, la verdad es que cuesta entender que no nos apoyen".
"Tenemos que volver a reencantar al hincha, volver a tener el estadio a reventar, pero más allá de todo nos vamos felices porque lo importante era ganar".
Jorge Valdivia también hizo alusión a las críticas. "Desgraciadamente la prensa no ayuda mucho, habla de un triunfo agridulce siendo que logramos tres puntos importantes. Este grupo ha demostrado que no se contenta sólo con ganar".