SANTIAGO.- La decisión de volver a su casa parecía darle una nueva oportunidad a Wayne Rooney, sin embargo, hasta ahora su regreso al Everton no ha sido como esperaba.
Y no precisamente por lo mostrado en cancha, sino que por los problemas extrafutbolísticos. El principal, su detención el pasado 1 de septiembre por conducir en estado de ebriedad.
Si bien el histórico delantero inglés fue dejado en libertad de inmediato previo pago de una fianza, ese día los "fantasmas" reaparecieron y los líos personales reflotaron.
La nueva polémica en la carrera del atacante también habría provocado un gran problema familiar, al menos así lo asegura el medio británico The Sun.
Según dicho informativo, la esposa del jugador, Coleen, le pidió al jugador que se retirara del fútbol para poder "salvar" su matrimonio.
La información apunta que Coleen, embarazada del cuarto hijo del atacante, le habría lanzado un ultimátum a la vista de la crisis matrimonial que han abierto los problemas de Rooney con el alcohol.
Precisamente esa noche en que fue detenido, el delantero iba acompañado de una mujer cuando fue interceptado por la policía.
"Estábamos en el coche y vimos luces azules detrás nuestro. Wayne estaba muy preocupado. No sabía qué pensar, todo fue muy rápido. No sé si es porque yo había bebido, pero él no me parecía tan alcoholizado", declaró aquel día Laura Simpson a los medios británicos.
Ante toda esta situación, la esposa de Rooney quiere que primero el futbolista solucione los problemas matrimoniales que los afectan y que luego vea si es momento de retomar su carrera.
Con sólo 31 años, hoy la carrera del histórico goleador tambalea.