SANTIAGO.- Pitazo final en San Siro y toda Suecia estalla de felicidad. El gran objetivo, impensado para muchos, estaba logrado: Eliminar a Italia y clasificar al Mundial de Rusia 2018.
Pero mientras la mayoría celebraba había un jugador que no podía estar del todo feliz: Jakob Johansson.
El volante del AEK Atenas había dejado la cancha al minuto 9 de partido tras lesionarse y las sensaciones no eran las mejores. Su rostro de dolor decía pensar lo peor.
Y así fue porque finalizado el encuentro se comunicó el grave diagnóstico del mediocampista sueco: Rotura de ligamentos de rodilla con un tiempo de recuperación de 6 a 8 meses.
Johansson, el mismo que había anotado el gol del triunfo en la ida ante Italia y que a la larga clasificó a su selección al Mundial, ahora está prácticamente descartado para la cita planetaria.
"Suele decirse que el período de recuperación son seis meses, pero estará muy justo, no hay mucho margen. Dentro de medio año estaremos ya a mediados de mayo", decía su técnico Jan Andersson tras el partido.
Las palabras del seleccionador dejan claro que la posibilidad de que el volante llegue al Mundial es prácticamente nula, ya que si bien puede regresar antes del inicio del torneo, no tendrá fútbol en su cuerpo.
Así, el héroe de Suecia, ese que anotó el gol más importante de su país en el último tiempo, cierra un capítulo histórico de su selección con una gran pena en el corazón. Hoy el Mundial es historia para él.