Perú en su último duelo ante Nueva Zelanda.
EFE
SANTIAGO.- "Peligra el Mundial". Así decía el titular que provocó preocupación en los hinchas peruanos y sudamericanos este martes.
La noticia de que la selección dirigida por Ricardo Gareca podría perder su boleto a Rusia 2018 rápidamente causó alerta y se tomó las páginas de distintos medios.
Y la duda surgió de inmediato... ¿Por qué Perú tendría el riesgo de quedar fuera de la cita planetaria? Aquí la explicación.
Todo nace de la idea del partido político Fuerza Popular, cuya líder es Keiko Fujimori, hija del ex presidente peruano Alberto Fujimori.
La propuesta tiene como fin que el Instituto Peruano del Deporte (IPD) pase a tomar el control de la federación de fútbol (FPF) para regularizar su funcionamiento tras la serie de problemas dirigenciales.
"No queremos entorpecer el normal desarrollo de los procesos, pero ha habido una mala gestión con Manuel Burga", explicaba hace unos días Karina Beteta, integrante del partido Fuerza Popular mencionando al ex presidente de la FPF, quien hoy está procesado por el escándalo de corrupción de la FIFA.
El gran problema de esta propuesta es que si se materializa, la federación peruana de fútbol pasaría a depender del Instituto del Deporte perdiendo su autonomía, requisito fundamental del ente rector del fútbol mundial a sus asociados.
La FIFA es clara en sus estamentos e impide que sus asociados tengan vinculación gubernamental, ya que con ello perderían su autonomía. Y si eso pasa el castigo es claro: La desafiliación.
El organismo planetario expulsa a aquellos que no cumplen con su normativa, lo que le impediría a Perú participar del Mundial si esto finalmente llegase a concretarse.
De esta forma, la escuadra incaica perdería su cupo ganado en cancha tras vencer a Nueva Zelanda en el repechaje mundialista.
Ante toda esta polémica, una de las artífices del proyecto, Paloma Noceda, explicó, en diálogo con el diario El Comercio, que la idea es regularizar a la federación, pero en ningún caso es dañar al fútbol peruano.
Parece casi imposible que esto ocurre, salvo que el proyecto que hoy existe tome curso y que la FIFA decida actuar. Habrá que ver cómo termina esta historia...