SANTIAGO.- Un verdadero infierno. Eso es lo que está viviendo Paolo Guerrero por estos días. Y es que a la suspensión de 30 días que le dictaminó la FIFA por dar positivo en un control antidoping, ahora se le sumaron 20 días más.
El delantero peruano ya concurrió la semana pasada a declarar a Zurich ante la Comisión Disciplinaria de la FIFA, organismo que fue el que extendió el castigo. Todo a la espera de la resolución definitiva.
Y como si todo esto fuera poco, Flamengo, su club, ya anunció que estudia prescindir su contrato.
Según el portal Depor de Perú, el club analizaría la posibilidad de rescindir el vínculo contractual por mutuo acuerdo. "El jugador tiene contrato con hasta agosto de 2018 y ya conversaba sobre la renovación. La negociación, sin embargo, está congelada", explica el medio mencionado.
Tras la suspensión de Paolo Guerrero, Flamengo se ha visto afectado económicamente y deportivamente. El riesgo más grande es que no podría contar con su delantero estrella en la final de la Copa Sudamericana.
Ahora, si es absuelto, el club brasileño tomaría acciones legales ante Federación Peruana de Fútbol (FPF) para recuperar el salario pagado por un mes no trabajado. Según informó el portal Extra, "para el Flamengo, la FPF sería la única responsable de la contaminación del jugador con el metabolito encontrado en un té de coca".