SANTIAGO.- Hoy Mauricio Isla disfruta del fútbol. Es titular en el Fenerbahce de Turquía, seleccionado nacional y ya ha disputado tres mundiales, dos adultos y uno juvenil.
Sin embargo, no todo ha sido fácil para el lateral chileno. Hubo una época en la que pensó firmemente la opción de dar un paso al costado. La idea del retiro rondó varias veces por su cabeza.
Todo ocurrió cuando defendía a Universidad Católica. Eran sus primeros pasos en el fútbol profesional y el peso de los largos viajes, que realizaba desde Buin, le pasaban la cuenta.
"Siempre lo he dicho. Mi madre y mi abuela, con ellas viví toda mi vida. Ellos fueron mis pilares fundamentales del éxito. No miento, cuatro o cinco veces me quise retirar", confesó.
"Pensé no jugar más al fútbol. No quería viajar más las tres horas ida y vuelta. Siempre me soportaron y me ayudaron mucho", agregó en entrevista con el sitio web de su club.
Isla también comentó cómo es la relación con sus compañeros y la personalidad que tiene cuando está fuera de la cancha.
"No creo que soy una persona callada. Me encantaría tener una relación con todo el equipo, pero va por el idioma. En privado soy una persona que le gusta conversar, siempre lo hago", indicó.
"Lo que uno más hace es recordar los años anteriores junto a mi madre, mi novia y mi familia. Con ellos recuerdo las cosas buenas y malas. Trato de reírme siempre, eso me caracteriza", añadió.
Finalmente, el lateral reveló cuál ha sido el equipo en que mejor se ha sentido.
"Mis mejores años (como jugador) los viví en Udinese. Antes de lesionarme la rodilla estaba jugando muy bien. Nos estaba yendo bien. Este año me he divertido mucho, como lo dije, pasar de un equipo pequeño como Cagliari a un gran cambia muchas cosas", sostuvo.