Las ganas del chileno no alcanzaron.
AFP
SANTIAGO.- Una hora para el inicio del partido y la sorpresa se instalaba en Inglaterra: Arsene Wenger dejaba en la banca a Alexis Sánchez para un partido trascendental ante el Chelsea.
Pese a la importancia del encuentro -semifinal de ida de la Copa de la Liga- y el poderío del rival de turno, el técnico francés optaba por la suplencia del chileno.
De inmediato los rumores en torno a su inminente partida al Manchester City se dispararon, más aún al ver el rostro y la actitud del tocopillano en la banca de suplentes.
Mientras mascaba un chicle y miraba en silencio, el Arsenal dejaba ir los primeros 45 minutos en Stamford Bridge con el marcador en cero en un partido carente de llegadas y emociones.
Iniciado el complemento, el chileno se fue a calentar al borde de la cancha y dentro de ella su equipo sufría la embestida del Chelsea. Sólo la gran actuación del meta David Ospina evitaba el gol local.
Así transcurrió hasta el minuto 65 cuando Wenger decidió el ingreso de Alexis. Y su entrada se notó porque de inmediato le dio un aire distinto al ataque de los "Gunners".
Se ubicó como centrodelantero, pero al final retrocedió como un falso "9" para tomar el balón y tratar de habilitar. Sus regates se notaron y fueron varias las veces que le cometieron falta para frenarlo.
Pero las ganas del chileno no bastaron. En definitiva el encuentro terminó sin goles y todo se definirá en la semifinal de vuelta, a jugarse el próximo miércoles 24 de enero.
Habrá que ver si el chileno aún viste para camiseta del Arsenal para ese entonces.