TUPIZA.- Por primera vez en lo que va de Rally Dakar 2018, el clima jugó una mala pasada y trajo consecuencias para el desarrollo de la prueba más peligrosa del mundo.
Sí, porque el campamento de Tupiza se encuentra completamente inundado, lugar al que están llegando a duras penas los pilotos de la competencia y además se confirmó la suspensión de la etapa 9 que partía del pueblo boliviano hacia Salta.
El barro se tomó el campamento, además de las grandes pozas y sectores inundados, producto de la fuerte lluvia que azotó la zona el día de ayer. Por esto mismo, los camiones de asistencia de los equipos no pudieron entrar y se encuentran a las afueras en caravana.
Además, la conexión es deficiente y ha obligado tanto a pilotos como encargados de organización y periodistas, a tener que caminar kilómetros o trabajar desde los buses para informar y comunicarse.
Todos estos problemas han generado un verdadero caos y motivaron también la suspensión de la etapa 9 que arrancaba con rumbo a la ciudad argentina de Salta.
En cuanto a los chilenos. Ignacio Casale sigue liderando sin problemas en los quads, mientras Pablo Quintanilla tuvo ayer domingo una jornada para el olvido y comienza a despedirse de la opción de podio.