Quintanilla, muy lejos de lo que se esperaba.
EFE
SANTIAGO.- No fue el mejor Rally Dakar de Pablo Quintantilla. Por el contrario, la carta chilena en motos estuvo muy lejos de lo que se esperaba y de lo que él también esperaba.
"No fue mí Dakar", admitía a su llegada a la última etapa, una que marcó el tranco que tuvo a lo largo de las dos semanas de competencia que tuvo la prueba motor más extrema del mundo.
El piloto nacional no pudo retener el séptimo lugar en la General y en el final final de competencia perdió un lugar cerrando su participación 2018 en el octavo puesto.
Hasta la octava etapa Quintanilla peleaba por el podio y la ilusión de luchar por el título aún era latente. Pero problemas con su moto acabaron de golpe con el sueño.
Ese 14 de enero, cuando la carrera estaba en Bolivia, el criollo estuvo parado por una hora debido a una falla mecánica. Ese momento marcó su futuro en la prueba.
En las jornadas siguiente el nacional remó y remó, pero ya estaba demasiado lejos. Los problemas persistieron y sólo el abandono de varios pilotos que estaban más arriba en la General le permitieron seguir subiendo en la clasificación.
Pero mientras Quintanilla no logró un buen resultado, el que sí lo hizo fue su compatriota José Ignacio Cornejo.
El criollo se subió a última hora al Dakar 2018 por la lesión del portugués Paulo Goncalves. Y el elegido de Honda sorprendió en su segunda incursión en la competencia motor (en 2016 abandonó en la quinta etapa).
Cornejo sorprendió acabando en el top ten de las motos. Se ubicó en el décimo lugar de la clasificación General, terminando muy cerca de Quintantilla.
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