Con dispares sensaciones.
AP
CÓRDOBA.- Pablo Quintanilla terminó el Rally Dakar 2018, pero no de la forma que se esperaba. El chileno era uno de los favoritos para ser campeón en motos, pero finalmente quedó octavo.
Los problemas con su moto Husqvarna fueron los que gatillaron su irregular rendimiento fueron reconocidos por el chileno a su llegada a la meta.
"Fue un Rally Dakar duro con muchos problemas mecánicos que sufrí y que me impidieron estar en el podio", aseguró el chileno.
Sin embargo, también se dio tiempo de ponerse feliz e incluso festejar con sus "primos" de KTM: El sanantonino se fundió en un emotivo abrazo con el campeón austríaco Matthias Walkner.
Además, se dio el tiempo de sacarse fotos con sus rivales y también con los fanáticos que se dieron cita en el rural sector de la provincia de Córdoba.
En ese sentido y ya más relajado, vio el lado positivo de su participación. "Estoy sano y no sufrí con ningún problema físico. Esperamos volver con todo el próximo año", cerró.