SANTIAGO.- Una situación extraña.
Róbinson Méndez, reconocido tenista chileno paralímpico, quien fue número uno del país,
se cambió de deporte y ahora practica el canotaje.
Hoy, a sus 33 años, el atleta nacional se encuentra radicado en Concepción, lejos de su familia, con la idea de entrenar duro para poder clasificar a Tokyo 2020.
"Jugué 19 años al tenis. Después de los Juegos de Río decidí cambiar, para poder alargar mi carrera. Por suerte, hay clasificación por discapacidad, y en el canotaje podía obtener buenos resultados en pocos años, y felizmente así fue", reconoció Méndez a El Mercurio.
"En el tenis ya llevaba tres operaciones en el hombro y necesitaba cambiar de deporte. Soy un atleta y sentía que podía dar mucho más por mi país", agregó.
También dijo que se cambió de disciplina "porque es un deporte nuevo en el movimiento paralímpico, no está tan masificado, entonces tenía muchas opciones de obtener mejores resultados en menos tiempo. También porque vengo de un deporte de exigencia. Me ofrecieron participar en tenis de mesa y bádminton, que se asemejaban más al tenis, pero son un poco más estáticos".
Asimismo, hablando sobre sus metas en este nuevo desafío, Méndez señala que "a corto plazo, mejorar mi marca. Ahora voy a una Copa del Mundo y a un campeonato europeo, en agosto es el Mundial en Portugal".
"Al principio, no pretendía clasificar a Tokio, pero con las marcas que tengo me ilusiono y puedo llegar. Ojalá se dé; y si no, lucharé para estar en los próximos Juegos. Felizmente, el deporte paralímpico es mucho más longevo que el convencional", finalizó.