El tenista suizo Roger Federer.
EFE
INDIAN WELLS (Estados Unidos).- No jugó bien, estuvo contra las cuerdas, pero el tenista suizo
Roger Federer renació de sus cenizas este sábado para terminar imponiéndose en las semifinales del Masters 1000 de Indian Wells
al joven croata Borna Coric.
Federer, de 36 años y primera raqueta del mundo, demostró por qué nunca hay que darlo por vencido: el helvético se negó a la derrota y finalmente se impuso por
5-7, 6-4 y 6-4 en dos horas y 20 minutos de juego.
Tras esta victoria,
"Su Majestad" hizo historia pues logró el mejor arranque de temporada de su exitosa carrera profesional, al sumar 17 triunfos consecutivos.
Ahora, en la final
se enfrentará al ganador de la otra semi, que mide al argentino Juan Martín del Potro y al canadiense Milos Raonic.
El choque comenzó bajo un intenso sol y un fuerte viento. Federer ya había avisado de que jugar tan temprano no le beneficiaba y así se acabó demostrando.
Coric, más despierto y activo, no era capaz de dañar al suizo con su saque pero tampoco tenía problemas para batirlo con el suyo.
Así se fueron sucediendo los games. Federer ganaba tres de sus primeros cuatro servicios con juegos en blanco mientras el croata iba superando a su par con poco sufrimiento.
Hasta que en el undécimo todo cambió. Coric gozó de dos bolas de break, erró la primera pero no perdonó la segunda, ganando el set a continuación.
Saltaba momentáneamente la sorpresa. Pero cuando es Federer a quien se tiene enfrente uno jamás puede confiarse. Y Coric lo sabía.
Federer solo había acertado el 51% de sus primeros servicios en la primera manga, por el 76% de su contrincante. Se notaba.
El segundo set comenzó igual que había terminado el anterior: con ruptura para Coric.
En el cuarto pudieron cambiar las tornas. Federer tuvo hasta tres bolas de break con 0-40 a favor. Pero no era su día, las perdió todas y acabó cediendo el game.
También en el sexto estuvo cerca de arañar un juego con el saque de su rival, con otra pelota de quiebre que volvió a no ser capaz de materializar.
En un día normal, el suizo no perdona. Este sábado lo hizo hasta en cuatro ocasiones seguidas. Tampoco se mostró fiable con su servicio y estrelló varias bolas en la red impropias de él.
No era su día y en el otro rincón se encontró con un adversario que entregaba todo.
Pero uno no acaba con Federer hasta que el partido está terminado y él se encuentra en el vestuario. Celebrar antes de tiempo es una temeridad.
Coric tuvo la victoria a su alcance con 4-3 y saque a favor. Dudó unos segundos y dilapidó su ventaja. En un instante, el helvético se había llevado la manga 6-4.
La tercera repitió el mismo guión que las anteriores: Coric volvió a tener el triunfo al alcance de los dedos con 4-3 y servicio. Pero no supo concretarlo y unos minutos después se despertó de su sueño.
Federer, como casi siempre, era el vencedor y este domingo intentará ganar el torneo por sexta vez en su carrera.