Se le vio muy molesto al atacante azul.
Photosport
SANTIAGO.- El empate sin goles en el Estadio Nacional fue a ratos intenso y muy apretado. Los jugadores de Universidad de Chile llegaron con peligro, pero también sufrieron en defensa con las aproximaciones de Cruzeiro.
Aunque a ratos también el duelo se vivió distinto. Por momentos los azules aguardaron en su zona del campo, esperando para volver a salir al ataque.
Algo que al parecer molestó al portero y capitán de los estudiantiles, Johnny Herrera.
Desde su lugar en la cancha el golero gritó e increpó a sus compañeros. Les hizo gestos para que salieran a atacar, evidenciando la incomodidad, por momentos, que le generaba el juego de su escuadra.
"La verdad que a Johnny lo entiendo. Quiere empujar el equipo, siente que se tiran todos atrás, pero hay situaciones que hay que manejar la pelota y no entrar en el juego que quiere la gente, porque después quedas mal parado y puede salir muy caro", explicó tras el duelo Fabián Monzón.
Aunque posteriormente fue el propio arquero quien salió a explicar sus reacciones en la cancha. "Pienso que esa tiene que ser la esencia de la U. Tenemos que jugar al todo o nada. No sirve especular, más en esta clase de partido, jugando ante tamaños equipos", señaló.
"Uno tiene que ser protagonista en su casa, tiene que salir a buscar los partidos. En el entretiempo corregimos, lo salimos a buscar, el profe metió al 'Nico' (Guerra). Terminamos con tres delanteros, arriesgando más todavía, pero no conseguimos el gol. Pero tranquilos, porque estamos en buen pie, en óptimas condiciones para clasificar. Nadie pensaba que transcurridas tres fechas íbamos a estar segundos y a prácticamente tres puntos de clasificar", concluyó.
En tanto, Mauricio Pinilla también vivió una noche donde se le vio bastante ofuscado. El atacante poco pudo hacer en la ofensiva azul e incluso, en los minutos finales del compromiso, recriminó a sus compañeros por la forma en que se finiquitaron algunas jugadas.
Tras el pitazo final el atacante fue uno de los primeros en salir de la cancha. Minutos más tarde, fue el primero en dejar el camarín para abandonar, en silencio y con evidente molestia en su rostro, el Estadio Nacional.
"Creo que tuvo pocas situaciones, sintió que no pateó al arco. Lo mismo sentí yo, porque creo que tuve pocos desbordes y eso te frustra un poco como jugador porque sientes que no diste el cien", analizó Monzón, intentando explicar lo que le sucedió al atacante.