SANTIAGO.-
"Los últimos diez días fueron salvajes, que no estaban en los planes de nadie". Así graficó ayer Ángel Guillermo Hoyos cómo fueron sus últimos momentos en la banca de la Universidad de Chile.Y al parecer no miente el entrenador argentino. Según publica hoy El Mercurio, el despedido DT azul se fue envuelto en varias polémicas.
Primero, Hoyos no habría querido reunirse con Carlos Heller en el hotel en Belo Horizonte tras la humillante goleada 0-7 que les propinó Cruzeiro. La plana de Azul Azul además estaba enojada porque el trasandino ni siquiera fue al estadio.
Ya reunido con el mandamás laico,
solicitó seguir hasta el final de la fase de grupos de la Copa o hasta el fin de la primera rueda del torneo local, lo que le fue negado. Fue ahí donde se descargó.
De acuerdo al citado medio,
apuntó a Ronald Fuentes, gerente deportivo, y a Miguel Ponce, jefe de las divisiones menores, como responsables de la debacle que empezó a vivir la U. "Acusó intromisiones en su trabajo que ayudaron a generar un escenario adverso para su labor".Pero su caos habría comenzado antes. Específicamente luego del 6-1 sufrido ante Unión La Calera el fin de semana pasado.
El Mercurio señala que "en el camarín, Rafael Vaz le recriminó haber sido cambiado, lo que trajo una dura respuesta de Hoyos. La discusión subió de tono, al punto de que el DT debió ser contenido".
Sin embargo, el aludido brasileño reclamó que "jamás me fui encima de Guillermo, jamás intenté confrontarlo, niego todo eso".
Posición similar a la de Ronald Fuentes, gerente técnico. "Niego tajantemente que el club le haya aplicado un castigo interno a Rafael. Jamás se le castigó, es un jugador del plantel que está esperando su oportunidad".
