SANTIAGO.- En la primera división del fútbol holandés ocurrió una particular situación que ha sido ampliamente divulgada por las redes sociales y que ha dado mucho que hablar.
En el duelo entre el Vitesse y el Twente del chileno Cristián Cuevas, Foor, volante del equipo local, derribó al árbitro del partido con una barrida, mientras peleaba un balón con un rival.
Luego, acusando exageración del juez, el mismo mediocampista le quitó la tarjeta amarilla y lo amonestó. Árbitro y jugador se dieron la mano y todos los presentes comenzaron a reír. Un momento de distensión para enfriar el encuentro.
El insólito hecho ocurrió en el segundo tiempo del partido y cuando el Vitesse ganaba por 2-0. El resultado final fue de 5-0 a favor del elenco "negro y amarillo".
Cuevas fue titular en el Twente y salió reemplazado a los 68 minutos, en una dura derrota que dejó a su equipo en el último puesto de la tabla de la liga holandesa y sentenciado a descender a segunda división.