El timonel de la ANFP no vive días tranquilos.
EFE
SANTIAGO.- Movidos días se viven hoy por hoy en la ANFP luego de que el entrenador de la selección chilena, Reinaldo Rueda, afirmara que evaluaría su continuidad en caso de que Arturo Salah deje la presidencia.
Resulta que en noviembre hay elecciones en Quilín y no se sabe si Salah tiene ganas de seguir. El secretario general del organismo, Sebastián Moreno, ha surgido como opción para prolongar su mandato.
Pero algunos clubes ya comienzan a manifestar sus preferencias. Mientras un grupo va por la continuidad, otros quieren cambios y ya estarían armando un bloque opositor.
Esta camada opositora estaría compuesta por instituciones de Primera y la B y la liderarían los tres equipos grandes. Este bando ya tendría un nombre para hacerle frente a Salah: El presidente de Universidad Católica, Juan Tagle.
El timonel reconoció hace algunos días que clubes se le han acercado para ver su disponibilidad, pero que por el momento sigue pensando en la dirigencia cruzada.
Eso sí, la postura de Colo Colo estaría en duda, ya que con Aníbal Mosa en la presidencia, la oposición a Salah era clara. Ahora con Gabriel Ruiz-Tagle en la presidencia alba no estaría del todo asegurada la intención de levantar una lista rival.
Un clima similar a cuando asumió Jadue
Todos estos factores guardan similitudes con el ambiente previo a la asunción de Sergio Jadue en la presidencia de la ANFP en enero de 2011.
Por esos días, nada hacía presagiar que la era de Harold Mayne-Nicholls se viera interrumpida. Pero los clubes comenzaron a moverse bajo un total silencio y en principio la carta principal era el español Jorge Segovia. Por temas de reglamento, la alternativa del hispano se cayó e irrumpió el calerano.
Finalmente y contra todo pronóstico, lograron la victoria y terminaron dándole un duro golpe a Mayne-Nicholls, quien tuvo que dejar su cargo. Esto como consecuencia trajo la anunciada partida de Marcelo Bielsa.
En dicha ocasión y al igual que Rueda, el DT había condicionado su continuidad en la banca nacional por su lealtad al presidente. Una vez renunciado, ratificó que su decisión se debía a su fidelidad con Mayne-Nicholls y que no podía trabajar con Jadue por discrepancias ideológicas.
Una historia que bien podría repetirse en noviembre. Habrá que ver si de aquí a esa fecha la oposición crece y comienza a tambalear el sillón de Salah...
