Mauricio Pinilla se matriculó con un golazo en el clásico universitario.
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SANTIAGO.- Un verdadero golazo. Eso fue lo que convirtió Mauricio Pinilla para poner el empate de la Universidad de Chile con la Universidad Católica en el clásico universitario 186.
El 9 de los azules arrancó como suplente y se lo sufrió todo en el primer tiempo. Más con la gran conquista de Diego Buonannote que puso la apertura de la cuenta para los locales en San Carlos de Apoquindo.
En el entretiempo fue el único que se quedó en la cancha. Hizo trabajos intensivos y estaba listo para entrar. Y de qué forma lo hizo.
Cuando se jugaban los 65 minutos recibió un centro por izquierda de Jean Beausejour y se despachó una acrobacia entre chilena y volea que dejó inmóvil a Matías Dituro.
Ahí desató su locura. Pidió que sus compañeros le permitieran correr hasta la reja donde estaban los cerca de 600 hinchas visitantes.
Y se subió a la estructura. "Somos la U concha..." gritó el delantero, quien luego se tomó las orejas haciendo como que no escuchaba los festejos azules.
Pero también tuvo una dedicatoria especial para los forofos de la UC. Cuando se bajó de la reja se dirigió a la tribuna Sergio Livingstone y comenzó a lanzarle besos y a mostrarles su camiseta.
Le costaría caro. Primero porque fue amonestado por el árbitro Roberto Tobar por subirse a la reja, misma acción por la que terminó con la mano cortada y tuvo que ser vendado.
Luego se enfrascó en discusión con todos. Luciano Aued fue su rival más buscado y con quien intercambió varios pechazo e insultos. Un partido intenso de principio a fin para el artillero laico.
