SANTIAGO.- Sin dudas fue la jugada más polémica del clásico universitario. Todos en la Universidad Católica alegaron una supuesta mano de Alejandro Contreras cuando se jugaban los minutos finales.
El árbitro Rafael Tobar no pitó penal y los cruzados se lanzaron contra el juez asistente y el cuarto árbitro. El más enojado fue el capitán José Pedro Fuenzalida.
Y tras el partido, el mismo Contreras hizo una confesión que de seguro encenderá aún más la polémica.
"La pelota me pega en la mano. Queda a criterio del árbitro cobrarla o no", señaló el zaguero en zona mixta.
Luego profundizó que "fue una jugada muy rápida. Recuerdo que me pegó en la mano, pero repito, queda a criterio del árbitro".