De Pinilla peleando con todos a la repudiable burla contra Tupper: Lo que no se vio del clásico universitario 183

SANTIAGO.- Empate 1-1. Ese fue el resultado con que terminó el clásico universitario 183 que ayer disputaron Universidad Católica y la U. de Chile en el estadio San Carlos de Apoquindo por la fecha 13 del Campeonato Nacional.

La papeleta oficial pegada en la zona de camarines decía que Roberto Tobar sería el juez principal del partido, mientras que Raúl Orellana y Edson Cisternas serían los asistentes 1 y 2 respectivamente. Junto a ellos, Piero Maza iba a cumplir la función de cuarto árbitro.

Pero este último no llegó a San Carlos de Apoquindo. Por eso raudamente funcionarios de la ANFP solicitaron que se borrara el nombre del juez y se reemplazara por el de Felipe González. ¿Qué pasó con Maza? "Se descompensó ayer en el partido entre Everton y Curicó y no podrá estar hoy", fue la explicación dada por el ente rector del fútbol chileno.

Como era un clásico, se esperaba que hasta Las Condes llegara Reinaldo Rueda, técnico de la selección chilena. Pocos minutos de que comenzara el cotejo arribó una van de la ANFP y bajaron sus ocupantes. Para sorpresa de muchos, no venía el cafetero.

El que sí estaba era Bernardo Redín, su ayudante técnico. También Cristian Leiva, uno de sus asistentes y técnico de la Sub 15. "Reinaldo anda en Honduras en un congreso de técnicos", explicaron los funcionarios.

Ayer fue una fecha especial. Se celebraba el Día de las Madres y por eso en Católica quisieron rendirles un homenaje. Primero, con un gran cartel que desplegaron los hinchas y que decía "Te juro por mi madre, nunca vamos a abandonar".

Y los jugadores también. El capitán José Pedro Fuenzalida portó una jineta roja con la frase "Capitanas de la Pasión", mientras que los otros 10 titulares llevaban el mismo brazalete pero azul. Estas cintas las recibieron cada uno de ellos en camarines en unas cajas con mensajes de sus respectivas madres.

Angelo Araos es hoy por hoy uno de los jugadores con mejor nivel en la U. Pese a la crisis que vivió el club azul, el volante siempre se salvó de las criticas por su buen rendimiento. Y ayer vivió una jornada especial.

Apenas ingresó a la cancha corrió para darle un fuerte y emotivo abrazo a Beñat San José, DT de la UC. Ambos coincidieron en Deportes Antofagasta, donde el español dirigió al talentoso jugador. Incluso, fue el europeo el que "recuperó" a Araos cuando había sido apartado de los "Pumas" por bajo rendimiento. Por eso se explica el afectuoso saludo.

Cuando la U entregó su papeleta se confirmó que Mauricio Pinilla arrancaría el duelo desde la banca. Pero nunca estuvo quieto mientras calentaba junto al resto de sus compañeros. Cuando pasaba por el sector de la barra Los de Abajo era ovacionado y él respondía con un aplauso. Situación muy distinta a cuando corría por el lado de los forofos locales que lo llenaron de insultos. Él los miraba y se reía.

Desde el borde de la cancha aleonaba a sus compañeros. Y cuando ingresó de inmediato fue a buscar a Raimundo Rebolledo, el joven lateral de la UC. Quiso marcar presencia. Pero no contaba con que llegaría el experimentado Luciano Aued a defender a "Catuto". Luego siguió con sus forcejeos tanto con el chileno como con el argentino. No hubo jugador defensivo de los cruzados que no se salvara de algún "cariñito" de "Pinigol. Hasta que hizo el golazo del 1-1. Se volvió loco. Se subió a la reja, lo gritó con todo y se cortó la mano. De pasada, le sacó la lengua a Matías Dituro y fue hasta la tribuna Sergio Livingstone para lanzarle besos y provocar a los hinchas precordilleranos.

No solo Pinilla subió sus revoluciones en el partido. También se descontroló José Pedro Fuenzalida, el capitán cruzado. La jugada que lo hizo salirse de sus casillas fue el penal no cobrado por mano de Alejandro Contreras en el área de la U.

"Chapita", quien no acostumbra a enojarse de esa forma, se fue con todo contra el asistente que corría por esa banda. Le dijo de todo y hasta se pudo apreciar un pechazo del extremo de la UC. Fue acusado por el juez, pero él siguió. No entendía cómo Tobar ni sus ayudantes cobraron la mano.

El partido terminó con los ánimos caldeados. Pero con el pitazo final, jugadores de ambos equipos dejaron por un rato atrás su calentura y se despidieron amistosamente.

Por ejemplo Jean Beausejour fue a buscar específicamente a Fuenzalida para darle un afectuoso abrazo. También se llevó muchos saludos Cristián Álvarez, quien ingresó a la cancha con sus hijos y fue saludado por "Bose" y Pinilla.

"El arbitraje de hoy fue desastroso y esperamos que se tomen las determinaciones que corresponden en la Comisión de Árbitros. Me parece que los árbitros deberían ser sorteados públicamente ". Así comenzó alegando Juan Tagle, presidente de la UC, por el penal no cobrado.

Y siguió. "El gol (de Pinilla) es offside y no puede ser que no cobren ese penal, lo vio todo el estadio, es increíble. Lamento que se siga hablando de un tema que nos preocupa a todos. Puede ser un resultado justo, fue un partido que cumplió las expectativas, pero cuando pasan esas cosas como el penal se hace complicado todo. Yo las cosas las digo de frente, ya lo hemos señalado muchas veces, hasta en el Consejo de Presidentes, creo que se deben tomar determinaciones".

Si ya en Católica estaban todos enojados, esto aumentó aún más cuando por redes sociales comenzó a circular una imagen de un hincha de la U.

En la foto el forofo aparece con una máscara con la cara de Raimundo Tupper, ex jugador cruzado que se quitara la vida por padecer depresión. El sujeto además está con una capa roja y una polera del personaje Superman con el mensaje "Tu único ídolo abandonó". Esto generó repudio no solo de los hinchas de la UC sino que también de muchos laicos.