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Las sacrificadas 20 horas en bus que debió soportar el chileno que llegó a Cochabamba para ser voluntario de los Odesur

Con 26 años y oriundo de Punitaqui, Andrés Campos será el asistente de la delegación colombiana en los Juegos Sudamericanos 2018.

25 de Mayo de 2018 | 15:32 | Por Javier Ugarte, enviado especial a Cochabamba
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Andrés Campos en la Villa Sudamericana.

Por Javier Ugarte, Emol
COCHABAMBA.- "Estoy cumpliendo un sueño. En Santiago 2014 no pude estar, pero Cochabamba 2018 no me lo podía perder". Las palabras son del joven chileno Andrés Campos, quien será uno de los 3 mil 800 voluntarios que estarán presentes en los XI Juegos Sudamericanos.

Con 26 años y oriundo de Punitaqui, Región de Coquimbo, Campos reconoce a Emol estar "feliz y muy orgulloso de ayudar en mis primeros juegos. Es algo que venía buscando desde hace mucho tiempo".

Cuenta que su pasión por el voluntariado, que no es remunerado y que los gastos son de cada uno, "nació el 2011, ya que siempre quise estar colaborando en algún tipo de campeonato. Me llamaban la atención los deportistas y también tener la oportunidad de ver en vivo las prácticas de las disciplinas a un alto nivel".

Fue así que Campos vibró como voluntario en la "Copa América del 2015 en La Serena. Tuve la oportunidad de ver a Lionel Messi jugando por Argentina. Fue algo espectacular. Además vi a Carlos Bilardo y Marcelo Espina".

Hoy, después de estar presente en diferentes torneos en Santiago, Andrés se siente "orgulloso" de estar colaborando en los Odesur y, "lo más importante, de dejar viene puesto el nombre de nuestro país".

Aunque reconoce que llegar a la ciudad boliviana no fue nada de fácil. "Viaje en colectivo de Punitaqui a Ovalle y después en bus a Santiago. Luego, con el apoyo de unos tíos y familiares, me fui en avión a Iquique, pero desde ahí nuevamente en bus hacia Bolivia. La verdad que fue bien duro el trayecto y sacrificado, sobre todo por la altura porque tuve dolores de cabeza. En total, fueron 20 horas arriba de un bus y 3 mil kilómetros", dijo.

En esa misma línea, agrega: "Cuando llegué no lo podía creer. Todo lo complicado que fue el viaje quedó en el olvido, ya que mi objetivo de estar en Cochabamba se había cumplido".

Ya aclimatado a los 2.600 metros sobre el nivel del mar, González trabaja desde hace dos días como asistente de la delegación colombiana. "Son todos muy buenas personas, cariñosos y muy respetuosos. La verdad que hasta ahora ha sido una muy linda experiencia".

Así, éste encargado del programa Biblioredes de la Casa de la Cultura de Punitaqui espera cumplir una buena labor en Cochabamba y que el Team Chile "tenga una tremenda actuación y logre mejorar lo realizado el 2014".

Finalmente, no deja pasar la oportunidad para señalar sus dos grandes deseos como voluntario: "Estar presente en los Panamericanos de Lima el 2019 y llegar como sea, independiente del idioma, a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ese es mi gran sueño, para allá estoy apuntando…".
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