SANTIAGO.- En el próximo Mundial de Rusia está asegurada la presencia de astros como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, jugadores que ganan suculentas cifras ya sea por contrato o derechos de imagen.
Pero en la cita planetaria también participarán hombres que no tienen un sueldo de estrella y se sacrifican día a día para sacar adelante a sus familias. Es el caso del panameño Gabriel Victoria, quien fue seleccionado por la FIFA para ser parte de una terna arbitral.
El centroamericano hará historia, al igual que su selección que clasificó por primera vez a la Copa del Mundo, en una carrera en la que ha estado 20 años ligado al arbitraje.
Pero su gran pasión por el fútbol ha tenido que compatibilizarla con otro empleo, para poder mantener a sus tres hijos y dos nietos: Lleva 25 años trabajando limpiando las calles de Panamá como recolector de basura. Una sacrificada rutina que tuvo que tomar, por que con los 100 dólares que le pagaban por partido no alcanzaba.
Su jornada diaria comienza a las 3:00 de la mañana y luego de culminar su labor en la calle, se quita el uniforme de basurero y se convierte en árbitro de fútbol. En las tardes también realiza ejercicios para mantenerse física y teóricamente.
"Es un trabajo armónico con los compañeros, nada de estrés, siempre andamos contentos y a la hora que hay que hacer el trabajo lo hacemos", expresó Victoria a un medio de ese país.
Gracias al fútbol, ha podido conocer países como Nueva Zelanda, donde fue juez asistente en el Mundial Sub 20 de 2015. También formó parte de la Copa Centenario 2016 conquistada por Chile.
Es la conmovedora historia de un hombre que lejos de los flashes y millones del fútbol, también es parte importante de la gran fiesta del Mundial...
