COCHABAMBA.- Un potente sonido de un timbre avisa que el segundo set del partido entre Chile y Argentina femenino de la pelota vasca terminaba. El marcador estaba claro: 15-9 y 15-2 en favor de la dupla nacional en la modalidad frontenis.
Magdalena Muñoz, de 16 años, y Natalia Bozzo, de 36, se abrazaban en el suelo junto a su técnico. El oro 38° caía para la delegación criolla en los Juegos Sudamericanos de Cochabamba, gracias a la entrega y el buen juego mostrado por estas penquistas ante las trasandinas Lucila Busson y Meli Spahn.
La emoción y las lágrimas invadían a estas jugadoras, sobre todo porque en la edición XI de la cita subcontinental la pelota vasca hizo su estreno.
Bozzo y Muñoz se consagraron como las mejores, sin perder un solo partido y ningún set en la fase de todos contra todos. Además, llegaban al torneo como las grandes favoritas, considerando su primer puesto a nivel sudamericanos de dicho deporte.
Ya más tranquila, Magdalena señaló a Emol que "estoy tremendamente feliz. Nos preparamos muy bien y el fruto del sacrificio está a la vista".
Consultada si sintió presión por su edad, sobre todo en la final, la estudiante de tercero año medio del Colegio Alemán de Concepción dijo que "al principio un poco, pero con el correr de partido me sentí más tranquila y confiada en que íbamos a ganar".En tanto, Natalia, quien es ingeniera comercial y trabaja en una radio en Concepción, manifestó que "sentimos una alegría tremenda y si bien veníamos a buscar el oro, el grupo de países estuvo muy duro. Nos podíamos quedar con todo o con nada…pero es algo increíble estar acá y ser campeonas".
Sobre su compañera de dupla, señaló que "aunque tenemos 20 años de diferencia, tenemos una potencia como equipo muy buena. Yo pongo la experiencia y la 'Magda' la garra y el físico".
Finalmente, Bozzo espera que "con este oro ojalá se masifique este deporte. Sabemos que existe un proyecto de construir una cancha de pelota vasca pública en Santiago, ojalá eso ocurra y también la empresa privada que apoye este deporte".