SANTIAGO.- El escándalo en la selección española sigue luego de que la mañana de este miércoles se confirmara el despido del entrenador
Julen Lopetegui a tan sólo un día del inicio del Mundial de Rusia 2018.
Fernando Hierro tomará la banca del equipo que fue campeón en Sudáfrica 2010, agregando otro capítulo a lo que ha sido un verdadero terremoto a tan solo dos días del debut de la "Furia Roja" ante Portugal.
Una noticia que no sólo remece y afecta a las aspiraciones del seleccionado hispano, sino que también ha sorprendido a todo el mundo del fútbol.
Una trama inesperada y que tuvo el peor final
Pero...¿Cómo se gestó toda esta polémica? El 22 de mayo fue un día clave. En aquella jornada, la Federación Española de Fútbol oficializaba que Lopetegui extendía su vínculo contractual por dos años más.
Nada hacía presagiar que apenas el ex DT del Porto confirmaba su extensión de contrato, en los días posteriores se comenzaría a gestar su salida. Fue contactado por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y comenzaron las negociaciones.
Todo esto a espaldas de la Federación hispana y de su presidente, Luis Rubiales. Apenas tres semanas después y con los 23 hombres ya concentrados en Krasnodar y en medio de la preparación para el choque con Portugal, estalló la bomba.
Florentino Pérez llamó ayer a Rubiales y le informó del acuerdo al que había llegado con Lopetegui. Avisó que una vez cortado ese llamado, cinco minutos después el club merengue haría oficial la contratación.
Fue así como un simple mensaje de Twitter caló en lo más hondo de la concentración hispana. "Bienvenido Julen Lopetegui". Bastó esa frase para que se desatara la molestia y el terremoto.
Los pesos pesados intentaron frenar al presidente
Una vez conocido su fichaje, Rubiales no pudo controlarse ante lo que para él era una cuchillo por la espalda. Una verdadera traición del técnico que hace 3 semanas se comprometía con el proyecto con la "Roja" europea.
De inmediato manifestó su intención de desvincular a Lopetegui, pero los líderes del cuadro ibérico, comandados por Sergio Ramos y Andrés Iniesta, intentaron frenar su postura. "Esto es una selección, no un club. Si estás dolido, trágate el orgullo. Déjanos jugar", le expresaron.
No hubo caso. La decisión ya estaba tomada y en menos de 24 horas la destitución de Lopetegui se hizo oficial.