SANTIAGO.- En junio 2013 el tenista chileno Guillermo Núñez pasaba por su mejor momento. Con 17 años, próximo a cumplir 18, era junto a Christian Garin uno de los máximos candidatos para tomar la posta que habían dejado recientemente los retirados Nicolás Massú y Fernando González.
Y el criollo iba encaminado a cumplir ese desafío. En el primer semestre de ese año, "Guille" en el torneo Grado A de Bonfiglio cayó ajustadamente en semifinales ante el alemán Alexander Zverev, actual 3° del ranking y ganador de tres certámenes de Masters 1000.
Semanas después, en Roland Garros Junior, llegó a cuartos de final venciendo a Karen Khachanov. Hoy, el ruso es 38° del orbe, tiene dos títulos en su palmarés y viene de alcanzar la ronda de los 16 mejores en el Grand Slam francés.
Ya en cuartos, Núñez no pudo seguir avanzando y perdió contra el croata Borna Coric (hoy 36°), pero en la disciplina de dobles avanzó una fase derrotando al australiano Nick Kyrgios (actual 24°).
"Cuando veo que le va tan bien a Khachanov y al resto, pienso que buena onda ver que la gente con la que competí ahora son tan buenos. Si me rodeé de ellos y jugábamos los mismos torneos, da para decir, mira, si no hubiese hecho lo que hice, hoy podría estar ahí como ellos. Uno nunca sabe".
"Siempre tuve en la cabeza que el tenis no era para siempre"
"Guille", oriundo de Maipú, comenzó en el tenis a los nueve años. Desde esa edad, combinaba la arcilla con el pasto, porque también entrenaba fútbol. Jugaba en la Sub 12 de la Universidad de Chile, club del cual es hincha.
Con 12 años, su padre lo hizo escoger entre uno de los dos deportes. Eligió el tenis y no se equivocó: Durante mucho tiempo fue número uno de Chile en diferentes categorías y, en 2011, con apenas 16 años, consiguió hacerse profesional ganando su primer punto ATP.
674° Fue su mejor ranking profesional
Dos años más tarde, en 2013, fue su explosión tenística. Llegó al top 10 en Juniors, alcanzó el puesto 674° del escalafón mundial después de ganar un torneo Futuro e incluso era comparado con Marcelo Ríos por su condición de zurdo talentoso.
En ese momento, en el que estaba en su mejor nivel, Núñez decidió, inesperadamente, dejar el profesionalismo.
"Siempre tuve en la cabeza que el tenis no era para siempre. Por un tiempo fui el chileno más joven en ganar un torneo profesional, pero eso tampoco te dice mucho. El nivel de los Futuros, si ponemos las cosas sobre la mesa, no es bueno. No por ganar un Futuro dije que iba a vivir de esto. Me veía con el potencial de ganar cosas más importantes, pero siempre tuve en la cabeza estudiar. Y sabía que en Chile estudiaba o jugaba tenis. Por eso elegí irme a Estados Unidos".
Combinando los negocios y el tenis
Y así fue. En 2014, el nacional se fue becado en su condición de tenista a la Texas Christian University (TCU), universidad en la que por los próximos cuatro años estudiaría economía con mención en business y en la que disputaría la NCAA División 1, la máxima liga de tenis universitaria de EE.UU.
-Hace pocas semanas terminaste tu carrera en Estados Unidos y te graduaste, ¿cómo es estudiar y al mismo tiempo ser deportista allá?
"El ser atleta en una universidad en Estados Unidos es muy bien visto, lo que es una gran diferencia con Chile. Eres muy importante para la universidad, entonces te dan muchas facilidades. Por ejemplo, si estás teniendo problemas en una clase, te dan un tutor. Cuando uno viaja no te afecta la asistencia. Si estás en un torneo, te dan más días para entregar los trabajos. Te dan ese tipo de facilidades. También te ayudan con el inglés, ahí me daban tutores".
Y gracias todas las facilidades que le dieron, no tuvo problemas para adaptarse y mostrar sus capacidades tenísticas y académicas.
Cuando llegó, la TCU estaba en el ranking 55° de las universidades de la NCAA División 1, pero con su tenis, y el de sus compañeros, la mantuvo en el top 10 durante los cuatro años que estuvo e incluso en un momento alcanzaron el puesto 2 de todo EE.UU. Además, en los estudios, logró graduarse sin reprobar cursos y con un promedio de 3,2 de un máximo de 4,0.
-Ahora tienes una carrera profesional y se te nota muy feliz, pero mirando lo que prometías en el pasado, ¿no te arrepientes de no haber intentado más tiempo en el profesionalismo?
"Nada, cero. Por ejemplo, en Estados Unidos es un poco raro irse directo a jugar profesional. El proceso de pasar por la universidad es lo normal. No todos se gradúan, pero al menos viven la experiencia. De hecho, jugadores como John Isner (10° del mundo), Kevin Anderson (8°), Steve Johnson (45°) y Tennys Sandgren (57°) pasaron por la U antes de meterse en el circuito ATP, lo que te demuestra lo competitiva que es la liga de acá".
En las tardes voy a ser entrenador en la academia de John McEnroe. Lo haré porque quiero seguir en el tenis y si puedo enseñarle a los niños, yo feliz.
GUILLERMO NÚÑEZ
-Ellos estuvieron en la universidad y después empezaron su carrera como tenistas, pero tú escogiste no volver a jugar a ese nivel y quedarte allá, ¿por qué decidiste entrar a trabajar de inmediato y no trataste de probar suerte en el profesionalismo?
"Después de graduarte de la U te dan una visa por un año que sirve, en el fondo, para trabajar. Pero solo se puede utilizar apenas te gradúas, si no lo haces, después pierdes la oportunidad. Yo siempre entrené para ser el mejor, pero si no estás al 100%, no se puede jugar al tenis. Y yo no estaba 100% convencido de hacerlo. Así decidí tomar la visa y conseguí un trabajo".
"Tuve la suerte de encontrar algo en el mejor negocio que uno puede aspirar dentro de lo que estudié. Entré, sin experiencia laboral, a Wall Street, en la empresa Tradition. Es una intermediaría bancaria. Se dedica a negociar derivados: Stocks, tasas de interés, monedas, comodidades. Es puro intercambio y negociación. Tendría que haber sido medio huevón para no aprovecharlo".
-Se te escucha bastante maduro y claro con tus prioridades…
"Sí… Realmente es una experiencia nueva y me gusta mucho. Además, monetariamente es un buen trabajo, pagan bastante bien para estar empezando. Cada día aprendo más acá en Nueva York. Tengo un horario muy bueno, de 7:30am a 3:30pm. Así que en las tardes voy a ser entrenador en la academia de John McEnroe. Lo haré porque quiero seguir en el tenis y si puedo enseñarle a los niños, yo feliz. No quiero desligarme del deporte".
-Me imagino que con la vida que tienes ahora, recomiendas a los tenistas jóvenes tomar este camino…
"Absolutamente. Los chicos deben entender que no por ganarte un torneo Challenger a los 17 años te garantizará estar top 50. Ir a la U es muy bueno. El promedio de edad de los top 100 es como de 28 años, entonces si te gradúas a los 22-23 años, estás 5 años atrás de ese promedio y después, si quieres, tienes mucho tiempo para jugar. En la universidad maduras, mejoras mucho la parte física y tenística. En ninguna circunstancia es una mala decisión. Es un sistema súper bueno".