Tiger Woods tuvo un gris estreno en Shinnecock Hills.
Reuters
SANTIAGO.- Ayer arrancó una nueva versión del US Open de Golf y lo hizo retomando una sede en la que no se jugaba desde 2004:
El temible campo de Shinnecock Hills.
14 años después, la dura cancha vuelve a tomar escena y a convertirse en un verdadero y duro desafío para todos los golfistas que lo disputan, incluso los grandes favoritos.
Prueba de ello es que ayer en el primer acto, muchos ex número 1 del mundo terminaron con estadísticas que no están acorde a su envergadura dentro de la disciplina: Martin Kaymer (+13), Rory McIlroy (+10), Jason Day (+9), Jordan Spieth (+8), Tiger Woods (+8) y Adam Scott (+8) sufrieron con esta cancha que está dentro de las más complicadas del circuito del PGA Tour.
¿Por qué razón? El fuerte viento que arrecia en esta época dificulta en demasía los cálculos de los golfistas, además de un largo rough que complica todos los tiros. Además, para esta edición se alargó con nuevos tees y los greens son conocidos por su dureza.
Estos factores han repercutido para que este Major se convierta en una verdadera pesadilla: Sólo una vez en la historia se ha ganado con más de nueve golpes bajo el par (En 2017, cuando el norteamericano Brooks Koekpa lo ganó con una tarjeta de -16).
"Siempre ha sido un torneo triste. No hay emoción, es juego defensivo desde el primer tee al último putt". Con esas palabras lo definió la fallecida leyenda española Severiano Ballesteros, quien ganó más de una vez el Masters de Augusta y el Abierto británico, pero nunca levantó el trofeo del US Open.
Ayer nadie bajó de los 69 golpes. Tiger Woods, quien está jugando su primer US Open desde el 2015, tuvo un opaco debut con triple bogey.
Algo que que refleja la tónica de la jornada, donde sólo Scott Piercy, Ian Poulter, Russell Henley y Dustin Johnson terminaron bajo el par en un día en el que promedio de tiros se estimó en los 77 y en el que el corte quedó en +6.
Habrá que ver como sigue desarrollándose el torneo en Shinnecocks Hills, que una vez más y después de 14 años demuestra el por qué es un verdadero dolor de cabeza para sus competidores...