Se vienen duras negociaciones.
EFE
SANTIAGO.- No lo quiere la prensa, los históricos, y al parecer ni los dirigentes de la AFA ni jugadores de la selección de Argentina.
Ese es el panorama de
Jorge Luis Sampaoli Moya tras la eliminación de la "Albiceleste" en octavos de final del Mundial de Rusia 2018.
En estos momentos el DT ya viaja rumbo a Buenos Aires. Lo hace en el mismo avión que Claudio "Chiqui" Tapia, presidente de la AFA, y quien esperaría un gesto del estratega y que renuncie, para así no pagarle la indemnización de 20 millones de dólares si lo despiden.
Pero Sampaoli no dará su brazo a torcer. De hecho, al llegar a suelo argentino de inmediato se reunirá con su jefe y le presentará un plan para convencerlo de que debe seguir.
El plan se llama
"60 por 6". Consiste en un programa por los próximos cuatro años que contempla un
seguimiento permanente para jugar en la Selección de 60 jugadores de campo y seis arqueros.
De acuerdo al portal Infobae, con esto busca "una renovación profunda de la base de futbolistas de la Selección, con el objetivo central enfocado en Qatar. Y la apuesta es a que la nueva camada tenga 'la impronta de Sampaoli'; remarcando, de alguna manera, que hasta el momento se adaptó a lo que proponían los históricos".
Pero no será fácil. En la AFA están convencidos que el 6 de septiembre, cuando Argentina dispute su primer compromiso post Mundial frente a Guatemala, habrá otro director técnico en el banco. Sin embargo, Sampaoli tiene en punta su proyecto para la resistencia.