Francia saca pasajes a la gran final.
AP
SANTIAGO.- Fue un partido electrizante, de mucha dinámica, intenso, muy estudiado y que sólo una jugada de balón detenido pudo resolverlo. Y fue a favor de Francia.
Un gol de cabeza de Samuel Umtiti puso al seleccionado galo en la gran final del Mundial de Rusia 2018 y dejó en el camino a Bélgica.
Era un partido que prometía y que a la larga respondió a las expectativas. Hubo fútbol atractivo, muy intenso y con dos equipos demostrando la calidad de figuras que tienen y por qué llegaron hasta esta instancia.
Bélgica tuvo el protagonismo. Se hizo dueño del balón y metió al rival en su campo por varios pasajes del lance. Pero la posesión no siempre garantiza triunfos y hoy fue así.
El equipo dirigido por Roberto Martínez no supo materializar el control del esférico y las ocasiones que se creó ante un cuadro que apostó por el orden, la contra rápida y que tuvo a un muy atento portero Hugo Lloris.
Francia esperó y cuando recuperó el balón presionó con los ataques rápidos de Antoine Griezmann y Kylian Mbappé. Pero el gol del paso a la final llegó en una jugada detenida.
Tiro de esquina ejecutado por Griezmann al minuto 51 y Umtiti se sacó la marca de Marouane Fellaini conectando un cabezazo que dejó sin opciones al meta Thibaut Courtois.
Esa conquista marcó la diferencia en un electrizante partido. Después la tónica siguió. Bélgica continuó dominando, presionando, pero sin peligro claro. Y Francia cerró el compromiso.
Francia saca pasajes a la final y espera por el ganador del choque de este miércoles entre Inglaterra y Croacia. Bélgica, en tanto, irá por el tercer lugar para cerrar un muy buen Mundial.