Los Juegos de 1964 fueron los primeros disputados en Asia. Luego llegaron Sapporo '72 y Nagano '98, también en Japón, ambos Juegos de invierno. Y siguieron Seúl '88 (verano), Beijing 2008 y PyeongChang 2018 (invierno), en Corea. Hoy Asia es el territorio olímpico de moda. Después de PyeongChang llegará Tokio 2020 y, a continuación, Beijing 2022.
Los de Múnich '72 fueron los primeros Juegos Olímpicos que tuvieron una mascota, el perro Waldi. Tokio '64 llegó antes de que se adoptase la costumbre de designar un personaje que encarnase el espíritu de los Juegos, pero Tokio 2020 ya tiene su protagonista: un muñeco inspirado en el anime, diseñado por el ilustrador nipón Ryo Taniguchi. Acaba de ser bautizado: Miraitowa. 'Mirai', futuro, + 'towa', eternidad. Representa una simbiosis de lo tradicional y lo nuevo: un animal de orejas y ojos grandes, vestido con un traje a cuadros azules y blancos.
De los 5.151 deportistas que participaron en los Juegos de 1964, solo 678, menos de una séptima parte, fueron mujeres. El Comité Olímpico Internacional (COI) espera en Tokio 2020 a 10.616 atletas y una paridad casi total, con una participación femenina superior al 45 %. En deportes de equipo solo hubo en 1964 competición femenina en voleibol, que debutó entonces; en 2020 la habrá en todas las disciplinas, aunque en algunos casos con una cantidad menor de selecciones que en los torneos masculinos.
Hace 54 años el programa de competición constaba de 19 deportes y 163 pruebas. Dentro de dos habrá que prestar atención a 33 deportes, entre ellos los debutantes karate, surf, escalada y monopatín y los recuperados sóftbol y béisbol. Se disputarán 321 pruebas.
206 países, a través de sus comités olímpicos nacionales, forman parte del COI. Todos ellos están obligados a participar en los Juegos de Tokio. Son más que los 193 miembros de Naciones Unidas. Los Juegos de 1964 contaron con la concurrencia de 93 países. Entre los ausentes entonces, China, la mayor parte de los países africanos y varios centroamericanos.
Entre 1928 y 1968 las medallas que se entregaban a los ganadores de las pruebas olímpicas eran iguales en todos los casos: en una cara, la diosa de la victoria con una corona en la mano derecha; en la otra, un atleta olímpico aclamado por la multitud. La gran novedad de las medallas de Tokio 2020 es que se fabricarán con metales procedentes de teléfonos móviles desechados. Eso sí, con una capa exterior de oro, plata o bronce.
El presupuesto de los Juegos de 2020 ascenderá, según la última revisión, a US$ 12.600 millones. En 1964 las cifras oficiales fueron de US$ 500 millones aunque la inversión total (acondicionamiento de la ciudad, nuevas infraestructuras) se acercó a los 3.000 millones.
El Estadio Olímpico de Tokio será una instalación de nueva construcción, aunque ocupará el mismo recinto que el demolido Estadio Nacional que albergó los Juegos de 1964. Tendrá capacidad para 68.000 espectadores -ampliable a 80.000-. En los primeros Juegos de Tokio el estadio podía dar cabida a 57.300 personas.
Las pruebas de atletismo se disputaron en 1964, por última vez en la historia de los Juegos, sobre una vieja pista de ceniza. De aquellas en las que había que clavar los tacos para no resbalarse y que se embarraban cuando llovía. En 2020 los atletas correrán sobre una superficie sintética, uniforme y elástica, que les permitirá alcanzar las mayores velocidades.
En 1964 los tiempos se tomaron, también por última vez, de forma manual. En 2020 una batería de dispositivos, que abarca desde cámaras digitales hasta paneles táctiles, pasando por rayos infrarrojos o radiotransmisores, se encargará de medir los resultados sin margen posible de error.