SANTIAGO.- Desde que se confirmó a Palmeiras como rival de Colo Colo en los cuartos de final de la Copa Libertadores, Jorge Valdivia sabía que enfrentaría un partido especial. Al frente estaba el club en el que militó siete años entre dos períodos diferentes, y con el que ganó cuatro títulos. Sin embargo, eso no frenó para nada al "Mago".
El volante del Cacique jugó un duelo espectacular y fue, por lejos, el más destacado de su equipo. De principio a fin se mostró movedizo, afinado en sus decisiones y lleno de confianza, lo que lo convirtió en el jugador más influyente y punzante de los albos. Las estadísticas así lo reflejan.
Valdivia pudo plasmar el estilo que acostumbra y a lo largo del encuentro realizó cinco asistencias con ventaja, por lo general para Damián Pérez y Óscar Opazo, y de las cuales sólo dos fueron interrumpidas por la defensa del "Verdao".
"Fue un partido único, sabía que al frente estaba mi antiguo club. Pero más allá de esa sensación diferente por lo que significó este partido, jugué como siempre", explicó el mediocampista una vez culminado el lance.
Y así lo demostró el volante. De hecho, de las al menos seis llegadas con profundidad que se generó Colo Colo, Valdivia tuvo participación en todas. Además, deslumbró con dos jugadas llenas de talento.
Primero, a los 26 minutos, el volante se sacó a dos rivales con un soberbio taquito -con túnel de por medio- y luego armó una arremetida que casi termina en gol de Esteban Paredes. Y apenas iniciaba el segundo tiempo, el jugador volvió a usar el taco, aunque ahora para cedérsela a Carlos Carmona. Ambas intervenciones le valieron una lluvia de elogios de los presentes en el estadio Monumental, desde donde surgió una cerrada ovación para los trucos del "Mago".
Faltas y lágrimas
Valdivia no sólo tuvo una destacada labor en ataque. A la hora de defender, el ex Al-Wahda también colaboró cuando se le requería e incluso registró cuatro robos de balón. Un número destacado para un jugador que por lo general pasa más en campo rival que en el propio.
No obstante, hubo un ítem por el que sufrió: Valdivia fue el jugador que más faltas recibió en el compromiso, con seis, siendo constantemente maltratado por los zagueros y volantes de corte del "Verdao".
Pero nada de lo que hizo Valdivia sirvió para cambiar la realidad del partido. No fue suficiente. El Cacique igual terminó perdiendo por 2-0, con lo que dejó muy hipotecadas sus chances de clasificar a la semifinal del certamen continental.
Ante este panorama, el volante no pudo hacer más que aguantar la frustración. Luego del pitazo final, el centrocampista se retiró a camarines entre la ira y las lágrimas. Nada lo consolaba tras haber obtenido tan negativo resultado como local. Pero, de todas formas, se retiró en medio de una ola de alabanzas, provenientes incluso desde el cuadro brasileño.
"Está jugando mucho, parecía más delgado. Es un 'diablo'. Él hacía esto en el Palmeiras (...) Hoy demostró que es uno de los mejores de Sudamérica", manifestó el técnico del "Verdao", Luiz Felipe Scolari, quien dirigó al "Mago" en durante su paso por Brasil.