SANTIAGO.- La espera valió la pena. Alejandro Valverde, con 38 años, por fin pudo tocar la gloria y se convirtió en el nuevo campeón del mundo de ciclismo, tras imponerse en el exigente recorrido por la ciudad austriaca de Innsbruck.
El español fue el más rápido del cuarteto que afrontó el esprint final después de 258,5 kilómetros desde la salida. El francés Romain Bardet fue segundo, mientras que el canadiense Michael Woods remató en el tercer lugar. Tom Dumoulin, de Holanda, finalizó cuarto.
Con esto, Valverde consiguió al fin uno de los pocos triunfos que le faltaban. Es un verdadero broche de oro para su espectacular y exitosa carrera, ya que antes sólo había logrado subirse al podio.
"Estoy sin palabras, no me lo creo todavía. Han sido tantos años luchando por él y al fin se ha conseguido. La selección ha estado de 10, ha sabido estar en todo momento donde debía y yo también he sabido defender mis opciones en el esprint, en el que me han dejado toda la responsabilidad", expuso el hispano tras la competencia.
"Ha sido un sprint largo y he atacado a 300 metros y al final he ganado. No podía fallar ni a la selección ni a mí y al fin he ganado. Siento una emoción terrible", complementó.
Especialista de las clásicas por las Ardenas (5 veces ganador de la Flecha Valona, 4 veces de la Lieja-Bastoña-Lieja), Valverde ganó asimismo una vez la Vuelta a España, en 2009.
Por detrás de los cuatro primeros, el italiano Gianni Moscon acabó en quinto puesto, delante de un grupo en el que llegó el favorito Julian Alaphilippe (8º).
El vigente campeón del mundo eslovaco Peter Sagan quedó retrasado a 92 kilómetros de meta.
