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El gimnasio que entre "crímenes y violencia" formó medallistas mundiales y campeones panamericanos de kick boxing

Kenpo San Gregorio sobresale como uno de los clubes más exitosos de las artes marciales en nuestro país, pese a estar en medio de una población muy estigmatizada por los crímenes y la violencia. La falta de recursos y financiamiento también ha sido un gran problema.

21 de Octubre de 2018 | 11:00 | Por Ignacio Guerra Erazo, Emol
SANTIAGO.- "Dos muertos por enfrentamiento entre bandas"; "Cae grupo narco dedicado al tráfico de cocaína"; "Familias viven atemorizadas por balaceras". Esos son algunos de los lamentables sucesos por los que la población San Gregorio ha saltado a la luz pública en los medios durante los últimos años. El sector encabeza uno de los puntos más conflictivos de la comuna de La Granja, donde el narcotráfico y la delincuencia son parte del día a día de sus habitantes.

Nadie imaginaría que en el corazón de todo este ambiente de violencia, crímenes y marginalidad se erigiría uno de los gimnasios de kick boxing que más éxitos le ha traído al deporte chileno en el último tiempo. Entre torneos sudamericanos y panamericanos posee 27 oros y 17 platas, además de 2 bronces mundiales a nivel juvenil. Una verdadera cuna de campeones en una zona olvidada de Santiago.

El gran precursor de estos logros es Iván Salazar (27), fundador y maestro de Kenpo San Gregorio. "A pesar de toda la estigmatización que tienen las poblaciones, esta es una manera de representar algo positivo, de demostrar que hay otras cosas que se pueden hacer. Yo estudié en un colegio del centro y cuando me preguntaban de dónde venía, me miraban mal porque decía 'San Gregorio'. Entonces es una manera de dar otra mirada", asegura.

Salazar comenzó a entrenar a los nueve años y de ahí en adelante ha sido dos veces campeón panamericano y sudamericano a nivel adulto, participó de los World Combat Games de Rusia -los "Juegos Olímpicos de las artes marciales"- y de dos mundiales. Es por esto que, el 2010, se propuso crear un lugar para poder transmitir sus conocimientos y "darle otra alternativa" a los niños y jóvenes de la población.

"Para obtener logros, el roce deportivo sirve harto. Nosotros intentamos ir a todas las competencias que hay. Lo otro es que hemos tenido chicos con muchos logros y los que vienen detrás tienen un modelo a seguir. Por ahí va más o menos el éxito. Todo con mucha disciplina y esfuerzo", puntualiza.

Las nuevas estrellas


Es lunes de la primera semana de octubre y el entrenamiento acaba de comenzar en el gimnasio, un amplio galpón adornado con decenas de trofeos, medallas y diverso material de práctica. Son unos 20 alumnos, que van desde los 13 a los casi 50 años. La primera tarea es trotar suavemente alrededor de la alfombra de tatami (donde se practica y compite).

Tras algunos minutos, Iván traspasa sus funciones de maestro a un joven de sólo 18 años, quien pese a su corta edad lidera y explica con mucha seguridad las actividades a realizar. Se trata de Xavier Muñoz, una de las estrellas del gimnasio y quien el 2016 ganó bronce en el Mundial Juvenil de Irlanda, en la modalidad de kick light.


"Dicen un montón de cosas malas de San Gregorio. Hablan de portonazos, balaceras, muertes. Pero también pueden decir que tienen campeones sudamericanos, panamericanos y medallistas mundiales. Nadie ve eso", se lamenta.

A la hora de realizar los ejercicios, que consisten en ejecutar distintas patadas a la altura de la cabeza, Xavier hace todo de manera impecable. Sus movimientos limpios, veloces y firmes reflejan los 8 años de perfeccionamiento que tiene en el cuerpo. Y si bien se encuentra estudiando gastronomía, su sueño es poder también seguir inmerso en el mundo de las artes marciales. "Esto ya es algo que es parte de mí. Si no voy a entrenar un día no me siento cómodo. No me puedo quedar sin entrenar. Es parte de mí", sostiene.

"Tenemos como condición el juntar plata por nuestros propios medios. Hemos hecho de todo. Bingos, rifas, completadas, cenas, etcétera"

IVÁN SALAZAR, COACH

Otro de los que destaca en medio de la práctica es Martín Castro. Sus potentes patadas chocan con fuerza con los paos (escudos para practicar golpes) y estremecen todo el galpón donde se ubica el gimnasio. El joven de 13 años acaba de ganar el tercer lugar en el Mundial Cadetes que se celebró en Italia en septiembre, y al igual que Xavier es uno de los principales exponentes del club.

"Comencé cuando tenía seis años. Mi mamá me trajo porque quería desestresarse un poco de mí, para no tenerme en la casa. Yo era muy inquieto y mi mamá quería que gastara energías", cuenta entre risas, quien además ostenta el primer lugar de su curso en notas, con un 6,8. Es "mateo", pero de seguro nadie se atreve a molestarlo.

Xavier y Martín brillaron en la modalidad de kick light, que se basa en sumar puntos en la medida que se golpean distintas partes específicas del rival. Su característica es que se permite atacar con la tibia en los muslos, y es una de las cuatro alternativas que existen en tatami (las otras son el point fighting, el light contact y las musical forms). Además, existe el formato en ring, el cual se divide en full contact, low kicks y K-1, que varían de acuerdo a los tipos de golpes que se permiten.

Cartones para poder viajar


El entrenamiento empieza a llegar a su fin. Iván comanda el ritual de despedida, donde los alumnos, al unísono, entonan el juramento del club. Luego se felicita en grupo a Martín por su medalla. Mientras, afuera, la madre de Iván y actual presidenta de la Federación WAKO Chile, Paola Garrido, continúa con las gestiones para preparar los viajes al Panamericano de Cancún que se llevará a cabo a fines de octubre.

"Acuérdense que este fin de semana venderemos almuerzos para juntar dinero para México", grita. Es uno de los tantas formas en que reúnen los recursos para viajar y competir representando el nombre de Chile. Hasta ahora, la plata no está asegurada.

De hecho, a dicha competencia clasificaron 14 competidores de Kenpo San Gregorio, pero sólo 7 podrán ir. La otra mitad se bajó por la falta de dinero. "Ese ha sido el gran problema de nosotros, pero ya lo asumimos como una condición. Tenemos como condición el juntar plata por nuestros propios medios para poder viajar. Y para eso hemos hecho de todo: bingos, rifas, completadas, cenas, etcétera", detalla.

Iván recuerda que ha sido tanta la necesidad de conseguir dinero que incluso han tenido que salir adelante inventando distintas opciones. "El 2014, para ir al Panamericano de Corrientes, Argentina, dentro de las alternativas que nos ideamos para juntar recursos fue reunir una tonelada de cartones. Se iba a las ferias con el camión del papá de una alumna y recogíamos cartones", cuenta.

La antigua federación de kick boxing de Chile (Fechifuki) formó parte del Comité Olímpico de nuestro país, y en un principio recibió financiamiento para competir en el extranjero. Pero todo se derrumbó cuando el 2014 dicha administración perdió el respaldo del COCh por mala gestión. Algo que Paola intenta remediar hoy en día.

No obstante, dicho problema parece que se resolverá a largo plazo. En parte influirá si el kick boxing se acerca a convertirse en deporte olímpico. Por ahora, Iván, Paola y los alumnos de San Gregorio deberán seguir lidiando con la falta de recursos, la violencia y las balas.

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