Inglaterra dio una clase de contragolpes.
EFE
SEVILLA.- La
selección española de fútbol sumó hoy su primera derrota de la "era Luis Enrique" al caer 3-2 en Sevilla ante una
Inglaterra que en la primera parte dio una lección en el arte del contraataque.
Dos goles de Raheem Sterling y otro de Marcus Rashford tumbaron a un rival que reaccionó en la segunda parte con un tanto de Paco Alcácer y otro de Sergio Ramos ya en los descuentos, insuficientes ambos para evitar la primera derrota de España en casa desde el 7 de junio de 2003.
El equipo de Luis Enrique perdió su primera oportunidad de asegurar su clasificación para la "Final Four" de la recién creada Liga de Naciones. Pocos lo esperaban después de sus exhibiciones ante Croacia y la propia Inglaterra, más el reciente amistoso ante Gales.
En la primera parte regresaron la España y la Inglaterra del Mundial. La primera selección mostró un rostro de cristal y la segunda enseñó un pie demoledor. Tres goles marcaron la diferencia entre uno y otro equipo en los primeros 45 minutos. Y eso que el encuentro arrancó con una parada milagrosa de Jordan Pickford no se sabe cómo.
Pero lo que vino después fue una pesadilla para los españoles. Y en su casa. Rashford, Sterling y Harry Kane sembraron el pánico a su paso por Sevilla. El resto lo puso la enorme cadena de deméritos de los españoles. Empezando por Sergio Busquets, muy mal colocado casi siempre, y continuando por una línea defensiva que nunca se enteró por dónde se movían sus rivales.
Sevilla despidió a los suyos con abucheos al descanso. El inicio de la segunda parte no ofreció nada diferente hasta que a los 57 minutos entró Paco Alcácer. Un minuto después ocurrió un saque de esquina y el delantero del Borussia Dortmund, tocado estos días con la varita del gol, marcó el primero de España.
Entonces la selección local jugó sus mejores minutos mientras Inglaterra ofrecía sus primeros síntomas de desconcierto.Y los minutos se fueron marchando para desesperación de los locales. El partido concluyó con España gastando todas sus energías chocando contra un muro y con un gol de Ramos en el descuento que no sirvió para otra que para maquillar el resultado. Sus regalos de la primera parte fueron fatídicos e Inglaterra no perdonó.
