Católica cayó en el clásico universitario.
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SANTIAGO.- Pitazo final del partido en el Estadio Nacional. Manos al cielo por el lado de los azules y mirada al suelo y rostros de tristeza por el lado de los cruzados. Universidad Chile gana 2-0 a Universidad Católica y enciende la lucha por el título.
Los pupilos de Beñat San José saben que siguen con la primera opción de campeonar, pero a la vez asumen que dejaron escapar tres puntos importantes y que de paso le dieron vida al clásico rival en la pelea por la corona.
Diego Buonanotte, Ignacio Saavedra, Germán Lanaro y José Pedro Fuenzalida son algunos de los más afectados. Cada uno vive a su manera el dolor y la amargura por la reciente derrota.
Buoanotte es uno de los más golpeados. Se queda detenido por algunos instantes y mira al puñado de hinchas cruzados que llegaron al Nacional. Luego camina, se acerca y une sus manos en señal de "perdón". La barra le responde con un aplauso cerrado.
El resto de sus compañeros abandonan lentamente la cancha de Ñuñoa. Silentes y cabizbajos van dejando el campo mientras reciben el apoyo de Beñat.
Y ese dolor se traslada más tarde hasta el vestuario. "Los muchachos estaban golpeados, fue una derrota dura y así lo sienten los jugadores", cuenta un cercano al plantel precordillerano.
Esa desazón se mantiene tras la ducha post-partido. Así se refleja cuando los jugadores de la UC van saliendo rumbo al bus. Salvo Matías Dituro, el resto pasa de largo por la zona mixta y casi sin mirar a los periodistas que solicitan unos minutos para dialogar.
Arriba del bus nada cambia. Cada uno se refugia entre su celular y la música. Prácticamente nadie habla. Pero esa amargura también va acompañada de cierta tranquilidad. Sí, porque pese a la caída saben que siguen dependiendo de ellos para campeonar.
Y ese es el mensaje que ronda en el plantel. "Fue un golpe duro este ante la U, pero los jugadores saben que está todo en sus manos. Así lo asumen y eso les da algo de calma para comenzar a pensar en lo que viene", agregan desde el entorno cruzado.
Sí, porque el mensaje es claro: "Somos los punteros y no depende de nadie más que de nosotros. No podemos fallar ahora".
La próxima semana la UC va Antofagasta. Duelo ante un rival directo, por lo que caer no está permitido si quieren seguir dependiendo de ellos. Y eso lo saben muy Beñat y compañía.
