SANTIAGO.- Este martes Arley Méndez se volvió a lucir. El pesista chileno se coronó campeón mundial de arranque en Turkmenistán, donde levantó 169 kilos.
Y este triunfo tiene doble mérito, ya que la tarea no fue sencilla para el nacional: Antes de ir al torneo se lesionó la espalda y, además, ya en el certamen, compitió en la categoría de 89 kilos, cuatro más de su peso habitual.
"Estoy muy contento, porque mi idea era venir solo por los puntos para la clasificación de los Juegos Olímpicos. Tengo un nervio comprimido en la espalda, lo que me deja sin fuerza en la pierna izquierda, por lo que llegué al Mundial con un mes sin entrenar", señaló Méndez a El Mercurio.
De esta forma, ahora el nacido en Cuba deberá enfocarse en sus próximos objetivos: Los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Precisamente en este último torneo es donde Arley tendrá un gran desafío y a la vez una difícil misión. Es que en Japón solo existirán las categorías de 81 y 95 kilos. Por ende, se verá obligado a bajar o subir de peso.
Esta semana en Turkmenistán ya tuvo que subir de peso, ya que el año pasado, cuando fue tricampeón en el mundial de Anaheim, compitió en 85 kilos. Ante este cambio, no tuvo complicaciones: "No me costó nada , de hecho, me sentí muy cómodo en esta categoría", expuso al citado medio.
Si bien ahora subió cuatro kilos, para Tokio, si es que compite en 95 kilos, deberá subir 6 kilos, por lo que ahora solo resta esperar para ver si es que el chileno podrá adecuarse a uno de estas categorías y puede llevarse alguna presea en los JJ.OO.
