SANTIAGO.- Ya es un hecho. U
niversidad Católica es el nuevo campeón del fútbol chileno luego de quedarse con el título tras derrotar a Deportes Temuco en el sur.
Es la estrella número 13 para los cruzados, que vuelven a levantar la copa después de dos años. Un título que se recordará no sólo por lo que costó lograrlo, sino que también por la alta presencia de jugadores formados en casa.
Al igual que en el bicampeonato de 2016, la UC ratificó su política de hacer jugar a hombres surgidos del semillero de la institución.
A lo largo de toda la campaña se hizo sentir la fuerza de los nacidos en la precordillera. Experimentados como José Pedro Fuenzalida, Cristián Álvarez y Stefano Magnasco tuvieron bastante regularidad en este 2018.
"Chapita" fue el formado en casa que más jugó con Beñat San José: 2602 minutos en 29 choques como titular, con un registro de cinco goles.
Fuenzalida, un imprescindible para Beñat.
Pero el entrenador español también dio mucho espacio a los más jóvenes de la cantera precordillerana. Nombres como Benjamín Kuscevic, Raimundo Rebolledo, Ignacio Saavedra, César Munder, Carlos Lobos y David Henríquez tuvieron una respetable participación a lo largo de las 30 fechas.
De los noveles valores, el que más jugó fue el central Benjamín Kuscevic con 1739 minutos en 22 encuentros jugados, de los cuales en 19 arrancó de la partida. Gran temporada del joven de 22 años.
Después viene Rebolledo (21 años), quien se ganó una camiseta de titular como lateral derecho. "Catuto" acumuló 1485 minutos y tuvo 21 apariciones, 18 de ellas como titular. Si bien sobre el final salió del equipo después de una expulsión ante Huachipato, su aporte a la corona fue fundamental.
Saavedra también encontró su puesto en el once. Debutó en la fecha 18 ante Everton con 19 años y nunca más salió de la estelaridad. Junto a Luciano Aued conformaron una dupla de volantes que rindió a la perfección en el mediocampo. Totalizó 1029 minutos y 13 presentaciones del minuto del pitazo inicial.
Kuscevic disfrutó de continuidad y hasta fue llamado a la selección.
Un poco más atrás vienen Munder y Lobos con una interesante labor. El cubano-el más joven del primer equipo con 18 primaveras- aportó con un gol y fue titular en 9 de los 14 partidos en los que vio acción, con un cronómetro de 889 minutos disputados.
Su tanto lo convirtió en un triunfo 2-1 sobre Curicó en San Carlos. No tuvo más regularidad por la regla que permite convocar a sólo cinco extranjeros por partido.
Lobos, en tanto, registró 718' y nueve encuentros desde la partida. Marcó tres goles, siendo el más importante uno de tiro libre en el ajustado 2-1 ante Palestino en la octava fecha.
Si bien no tuvo un rol estelar, el aporte de Jaime Carreño en el cierre del certamen fue fundamental: Marcó el tanto del empate transitorio en la final ante Temuco. El volante sumó 408 minutos y esa importante que guió el camino de la victoria en La Araucanía.
Finalmente, está la ayuda de Henríquez. Cronometró 652 minutos en 12 choques y se matriculó con una diana.
Otros nombres que contribuyeron a la campaña fueron Diego Valencia (quien debutó bajo la mano de San José) y Diego Rojas. En total, 11 nombres que ayudaron de distinta manera para una nueva consagración cruzada...
