SANTIAGO.- Tras la reunión en Asunción en las dependencias de la Conmebol entre el presidente del mismo organismo,
Alejandro Domínguez, junto con Rodolfo D'Onofrio y Daniel Angelici, máximos directivos de River Plate y Boca Juniors, respectivamente; el mandamás del organismo sudamericano salió a explicar por qué resolvió que no se juegue en Argentina.
Domínguez manifestó que "entendemos que no están dadas las condiciones de seguridad para que el partido se juegue en la Argentina. Esta decisión se entregó por escrito y a los presidentes presentes en la reunión".
También, el presidente agregó que "no podemos permitir a nadie que malinterprete que en los estadios de fútbol es un lugar de violencia. El lugar del fútbol está en el campo de juego, con los mejores jugadores de fútbol que son sudamericanos".
Además, el mandamás solicitó a los presidentes a enviar el mensaje correcto a sus hinchadas.
"Independiente de que ellos tienen la obligación de defender los derechos de cada una de sus instituciones, por encima de eso, mi pedido es que el mensaje que se envíe es el correcto, el fútbol hace amigos, el fútbol nos une".
Después, el presidente de Conmebol detalló que el partido se jugaría entre el sábado 8 de diciembre y el domingo 9 del mismo mes, fuera de territorio argentino,
pero que la hora y sede aún no están definidas. ¿Por qué?
"La administración y la presidencia con el concejo de la Conmebol, decidió que el partido quede sujeto a lo que se defina en la comisión disciplinaria", explicó el dirigente.
Por lo tanto, hasta que no se resuelva lo que pidió Boca en su reclamo formal ante el Tribunal de Disciplina, lo demás está en veremos.
