Vidal fue uno de los puntos altos del Barcelona.
EFE
SANTIAGO.- En su tercer partido seguido como titular con el Barcelona, Arturo Vidal ocupó una posición extraña: ante la ausencia de Luis Suárez, el chileno se ubicó muy arriba, casi como un delantero más en el duelo frente al Villarreal.
Si bien el nacional comenzó por la izquierda del mediocampo, con el correr de los minutos se fue posicionando más cerca del arco rival. Acompañó a Messi en cada arremetida y, cuando el "Submarino Amarillo" tenía la pelota, era el primero en ir a presionar.
No fue un partido descollante del seleccionado nacional, pero sí se entendió bien con sus compañeros, cumplió con lo que Valverde le pidió y dio una dura batalla en la mediacancha, su principal característica.
Por lo mismo, cuando fue sustituido al minuto 70, el estadio Camp Nou le reconoció su buen trabajo y lo despidió entre aplausos.
El duelo comenzó cuesta arriba para los catalanes. El Villarreal realizó un planteamiento inteligente y complicó constantemente vía contragolpe. De hecho, la primera llegada de peligro la protagonizó Gerard Moreno al estrellar un remate en el vertical izquierdo del arco de Ter Stegen, al minuto 13.
Pero los blaugrana poco a poco empezaron a hacer su juego característico. Se adueñaron de la pelota y la hicieron rotar hasta encontrar un espacio en la defensa amarilla: a los 35', Ousmane Dembélé metió un preciso centro desde la derecha y Gerard Piqué conectó de cabeza y puso el 1-0.
El segundo tiempo tuvo menos ritmo. El Barcelona enfrió el partido y adormeció al cuadro rival, que por cierto poco mérito hizo para conseguir el empate. Esto se vio acrecentado con el tanto que anotó Carles Aleñá, a los 86', sentenciando así el triunfo culé.
De esta forma, los catalanes quedan líderes transitorios de la Liga española, a la espera de lo que pase con Sevilla durante la tarde este domingo ante el Alavés de Guillermo Maripán. En tanto, Vidal paulatinamente empieza a ganar más espacio en el equipo de Valderde.