SANTIAGO.- Luego del pitazo final en el estadio municipal de San Vicente, Osvaldo Hurtado (61) lanza un grito de desahogo. Tras empatar con General Velásquez, su equipo, Santa Cruz, acababa de asegurar su ascenso a Primera B luego de largos 21 años. La tensión la libera en un segundo.
Dentro y fuera de la cancha el ambiente es de alegría absoluta. Los cerca de 700 hinchas que viajaron a ver a los "Unionistas" celebran junto a jugadores y cuerpo técnico. No obstante, "Arica" se lo toma con calma. Está emocionado, sin dudas, abraza a su familia y brinda entrevistas, pero el júbilo lo guarda para sí mismo. Por su mente recorren imágenes del pasado, cuando la situación era completamente distinta y fin de semana tras fin de semana tenía que recorrer las polvorientas canchas de la Tercera División del fútbol chileno.
El experimentado DT ha enfrentado una carrera con muchos altos y bajos. En un principio trabajó como ayudante del holandés Wim Rijsbergen en Universidad Católica. Luego tuvo su debut al mando de un equipo con Provincial Osorno, donde de inmediato consiguió el ascenso a Primera División (2007). Sin embargo, tras una irregular campaña en la A, decidió renunciar.
El 2008 se hizo cargo de Magallanes y se transformó en el principal artífice de su renacer, devolviéndolo al fútbol profesional (2010), hasta que el 2014 fue cesado por malos resultados, aunque antes incluso fue denominado como el "Ferguson" del fútbol chileno por el largo tiempo que estuvo en los albicelestes.
De ahí en más, Hurtado pasó por su peor momento como entrenador y debió comenzar prácticamente de cero en Brujas de Salamanca, de la Tercera B, la quinta y última categoría del fútbol chileno. Período en el que sufrió de todo.
"Esa división es súper sacrificada, más amateur. No hay tantos reparos en los camarines, si la cancha está en buenas condiciones o si está bien puesta la malla. También hay muchas canchas de pasto sintético chiquititas. A veces toca llegar a jugar y están terminando otro partido, entonces hay que esperar a que termine y después sacamos hasta cajas de vino de los camarines", cuenta en diálogo con Emol.
Pero tras años de tocar puertas y muchas frustraciones, el nortino por fin obtuvo su revancha. Le llegó la oportunidad otra vez en el fútbol profesional y gracias a una destacada campaña de principio a fin con Santa Cruz -donde incluso alcanzó a estar 15 partidos sin perder-, registró el tercer ascenso y tercer título para su carrera con el buzo. El próximo año volverá a competir en Primera B y su objetivo es seguir creciendo.
"Será un torneo aparentemente muy duro porque varios equipos terminaron muy bien. Wanderers, Cobreloa y Valdivia, por ejemplo, mientras que Rangers se está reforzando. Así que va a estar muy complicado. Trataremos de este primer año sostener bien la categoría", se traza.
Pero "Arica" se siente preparado. Ya tiene experiencia en la división. De hecho, cuenta con un récord de experiencia, porque ha dirigido en las cinco categorías del fútbol chileno. "Todo un hito", según reconoce.
Desilusión y ambiciones
Como futbolista, Osvaldo Hurtado fue un delantero brillante. En Universidad Católica tuvo tres pasos llenos de éxitos, era convocado regular a la selección e incluso llegó a jugar en España (Cádiz), Ecuador (Filanbaco) y Bélgica (Royale Charleroi), en una época donde pocos podían darse ese lujo.
Sin embargo, como entrenador no ha podido emular aquellos logros. Los clubes ya no se pelean por contratarlo. Según se lamenta, es porque en "Chile hay ciertos modos de trabajo o de llegar a clubes en los cuales no tengo cabida. No pertenezco a ningún grupo, no tengo padrino, entonces es un poco más complicado. Y yo lo tengo asumido así. Para mí es más fácil tomar un equipo y subirlo y con propios méritos ganarme un espacio".
"Arica" nunca ha tenido representante, algo que también le ha jugado en contra a la hora de ser considerado por algún equipo. Y en más de una ocasión ha sido contactado, pero a la hora de la verdad, "se inclinan por otras opciones", señala.
"Hay mucho manejo. Por eso siempre a mí me ha costado dirigir, a pesar de que este es mi tercer ascenso. Pero me ha costado. Más de alguna vez en algún lado me han ofrecido ir a dirigir, pero cuando llego, me dicen alguna excusa... ¿Y? Pa' fuera no más. Y eso lo tengo asumido", reclama.
Ahora, tras la notable campaña con Santa Cruz, Hurtado espera volver a ser mirado a futuro por equipos de la A o la B. Aunque, según admite, su principal sueño sigue siendo algún día dirigir a la UC.
"De todas maneras me gustaría, pero sé que es un camino largo y del cual hay que saltar muchas barreras. Entonces tengo un poco asumido el tema ese. Pero conozco mejor que nadie cómo funciona la Católica. Fui futbolista durante muchos años ahí, estuve otros años en las divisiones menores, así que sé cómo es el trabajo formativo. Conozco bien cómo se vive en la Católica. Por mucho que cambie alguna gente, conozco las políticas y la dinámica del club", puntualiza.
Pero por ahora, sus prioridades siguen estando en la Sexta Región con Santa Cruz. Sus ambiciones se las toma con calma. "Trabajo paso a paso", concluye.
