SANTIAGO.-
El año de Arturo Vidal termina de maravillas. Con la confianza de su técnico Ernesto Valverde, siendo titular y con el apoyo de la hinchada, el chileno concluye un intenso primer semestre defendiendo los colores del Barcelona.
El volante nacional, que no era tomado en cuenta en el Bayern Munich por el DT Niko Kovac, fue oficializado el 3 de agosto como refuerzo del cuadro culé, y rápidamente dio que hablar.
Las dudas sobre si se podría adaptar a la línea futbolística de los catalanes, su relación con Lionel Messi y sus antecedentes de indisciplinas provocaban cierto recelo sobre si el equipo español había hecho bien en contratarlo.
Pero Vidal se ganó la confianza. Eso sí, no le fue sencillo. De hecho, cuando jugó apenas 6' en el duelo ante el Tottenham por Champions League, el chileno causó el primer conflicto desde que estaba en los azulgranas.
Publicó su enojo en redes sociales y los medios españoles hicieron eco de la molestia del nacional, que ya empezaba a hacer noticia por cuestiones extrafutbolísticas.
Sin embargo, eso quedo atrás. El ex Bayern Munich poco a poco fue ganando minutos, en los que con un vistoso y combativo juego empezaba a hacerse un lugar.
Incluso, en el clásico ante el Real Madrid, se dio el lujo de anotar su primer gol en el Barcelona, en la contundente goleada 5-1 en el Camp Nou.
Además, se vio beneficiado por lesiones que tuvieron Ivan Rakitic y Arthur Melo. El chileno aprovechó cada chance que tuvo de jugar y le trajo réditos.
Hoy, Vidal es aclamado por la hinchada, elogiado por su DT y supo retomar el camino tras un comienzo turbulento. Su 2019 es auspicioso.
