SANTIAGO.- El año pasado fue de ensueño para Simran Moolchandaney. La esgrimista chilena brilló en suelo nacional y fue medallista de oro por equipos y bronce en individual en los Juegos Sudamericanos de la Juventud de Santiago 2017. Hoy, los éxitos para la deportista continúan, pero desde otra vereda.
La joven de 17 años sorprendió este miércoles, día en el que se conocieron los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU): Sacó puntaje nacional en matemática y además destacó obteniendo 789 puntos en ciencias y 746 unidades en lenguaje. Con esto, la esgrimista postuló a medicina en la Pontificia Universidad Católica.
A pesar de que entraría estudiar una de las carreras más exigentes y demandantes, la chilena no tiene problemas con compatibilizar su carrera con su disciplina e incluso ya se traza desafíos en lo deportivo: "La idea es seguir con esgrima (mientras estudia) y con las metas que tengo, que son clasificar a los Panamericanos Santiago 2023 y de ahí pensar en unos Juegos Olímpicos", señaló a Emol la nacional.
¿Quién es esta desconocida chilena?
Simran nació en India y con apenas dos meses de vida sus padres decidieron emigrar y radicarse en Chile, precisamente en Santiago. En la capital fue donde aprendió todo sobre lo que ha sido su máxima pasión, la esgrima.
"Empecé a los 10 años a practicar esgrima en el Club Mosqueteros porque vi una exposición de este deporte. Además era mala para todos los deportes con pelota, entonces la esgrima llamó mucho mi atención", sostuvo la deportista, quien hace varios años obtuvo la nacionalidad chilena para poder competir representando al país.
Acá, como ella confiesa, su vida se basa en dos cosas: El colegio y la esgrima. Sus días los pasa entre el Andree English School de La Reina, donde egresó de la enseñanza media con promedio 7,0, y en los entrenamientos, en los que dedica tres horas al menos cinco días por semana.
—¿Cómo compatibilizas los estudios del colegio y la PSU con el deporte de alta competencia?
"He sido esforzada desde siempre. Además mi familia me puso la condición que para seguir practicando esgrima, me tenía que ir bien en el colegio.
Fue duro, estudiaba después de entrenar al llegar a mi casa. Por ejemplo, en todas las competencias internacionales, en cada viaje, siempre me veían con libros en mi mochila. Siempre estudiaba afuera de Chile después de competir. No perdía el tiempo".
Ahora, la joven de 17 años, quien piensa especializarse en pediatría o neurocirugía, confiesa que está "muy motivada con la carrera", aunque en estos meses no dejará de lado la esgrima: El 10 de enero parte a Europa para preparar tres imporantes eventos del próximo año, como lo son el sudamericano en Perú, el panamericano en Colombia y el Mundial en Polonia.