Una tragedia con muchas dudas aún por resolver.
AP
SANTIAGO.-
El caso de Emiliano Sala poco a poco va decantando luego que se confirmara que el cuerpo hallado en los restos del avión correspondía al futbolista argentino.
Y si bien la tragedia se terminó por confirmar,
aún quedan algunas interrogantes que envuelven el accidente aéreo ocurrido el pasado lunes 21 de enero.
La más importante tiene que ver con el piloto, el otro integrante del fatídico vuelo. De momento no hay indicio alguno del paradero de David Ibbotson.
Si bien las autoridades dieron por finalizado el operativo de rescate del avión tras no poder extraerlo desde el fondo del mar, aún queda el trabajo de búsqueda del piloto británico.
Las teorías son claras: Es muy difícil que el cuerpo esté dentro de la aeronave, por lo que las esperanzas radican en que aparezca flotando en el mar o bien en alguna de las islas cercanas al lugar del accidente.
También queda por resolver las causas de la tragedia. Algunos especialistas sostienen que el intento de cruzar el Canal de la Mancha con una avioneta monomotor de noche y con clima adverso resultó siendo un verdadero peligro.
La investigación realizada por la Air Accidents Investigation Branch (AAIB) intentará dilucidar qué pasó con el Piper PA-46 Malibu, para saber cuál fue el error o el problema del accidente.
La otra interrogante que queda por resolver esa saber quién finalmente fue el encargo del vuelo. En primera instancia se dijo que el Cardiff, pero el club desmintió esa versión.
Después se habló de que el agente del jugador confeccionó el viaje y hasta se maneja que el propio delantero hizo los arreglos para ir de Francia a Reino Unido.
Finalmente está el tema del traspaso de Sala. El jugador argentino había sido vendido recientemente desde el Nantes al Cardiff por 18 millones de dólares.
La transacción ya estaba cerrada y firmada, por lo que al momento de volar ya pertenecía al equipo de la Premier. El detalle es que nunca llegó a defender la camiseta del Cardiff, entonces... ¿Se debe pagar el fichaje? Interrogante que de seguro tendrá una larga trama por delante.