SANTIAGO.-
Universidad de Chile no pasó del empate sin goles y sumó otro fracaso a nivel internacional al quedar eliminada ante el Melgar en la segunda fase de la Copa Libertadores 2019.
Un duro golpe para los azules, que en los últimos años se acostumbraron a quedar en el camino y ni siquiera avanzar una fase en el torneo continental.
Resulta que desde la llegada de Carlos Heller en abril de 2014 a la presidencia, el club universitario acumula un negativo registro: En 2015 quedó fuera tras finalizar último en un grupo con Internacional de Brasil, Emelec de Ecuador y The Strongest de Bolivia.
El siguiente año, con Sebastián Beccacece en la banca, tampoco pudo sortear con éxito la llave luego de ser eliminada por el modesto River Plate de Uruguay.
En 2017 la historia no cambió en la Sudamericana: Corinthians se deshizo de la U en cotejos de ida y vuelta.
El último fracaso hasta ayer era el de la pasada Libertadores, en la que los laicos terminaron colistas del grupo tras Cruzeiro, Racing y Vasco da Gama.
Con el traspié ante Melgar, la U bajo el mandato de Heller en Copas totaliza un 18,5% de rendimiento, con apenas 2 victorias, 4 empates y 12 derrotas.
Todos estos reveses se contradicen con lo que señaló el mandamás una vez que se hizo cargo de la presidencia de los laicos, momento en que se despachó una promesa que hasta ahora no ha cumplido.
"Adelanto lo que prometí, que cuando yo asuma, durante mi mandato, la U va a tener su estadio propio y en ese mismo estadio daremos la vuelta olímpica, consiguiendo el título de la Copa Libertadores", manifestó en esa ocasión.
Una frase que en cinco años de gestión el timonel no ha podido hacer realidad y que habrá que seguir esperando de cara al futuro...
