SANTIAGO.-
Sergio Ramos cambió el discurso. Y no sólo eso, además aseguró que sus palabras iniciales no fueron bien entendidas y que el mensaje final fue errado.
Si bien el defensa español confesó en primera instancia que había forzado la amarilla en el duelo ante el Ajax para llegar "limpio" a cuartos de la Champions -dando casi por hecha la clasificación de su equipo-, hoy se retractó.El zaguero ya había modificado sus dichos en redes sociales y ahora se defendió y aclaró la polémica en diálogo con el diario Marca.
"Me sorprende mucho todo esto. Yo me refería a forzar la falta, una falta que era inevitable; no a forzar la sanción", aseguró Ramos.
"Si yo hubiera querido forzar una sanción, pude haberlo hecho en la fase de grupos, en el partido contra la Roma porque ya estábamos clasificados como primeros de grupos y el último partido, contra el CSKA, era intrascendente. Por cierto, un partido para el que yo no fui convocado", agregó.
La polémica se creó luego que el defensa forzara la tarjeta amarilla, según sus palabras iniciales, lo que hizo que la UEFA abriera un expediente para analizar la situación.
En el caso de determinar que efectivamente Ramos buscó la suspensión, el ente podría darle dos fechas de castigo y no una como estipula dicha sanción.
