SANTIAGO.- En los
Premios Laureus celebrados ayer en Montecarlo, uno de los momentos que se robó mayor atención y aplausos por parte del público fue cuando el Príncipe Alberto de Mónaco nombró a una de las máximas leyendas del golf:
Tiger Woods.
El estadounidense -que no se pudo presentar en la ceremonia-
fue galardonado como El Mejor Regreso del 2018, en una muestra de que otra vez está destacando en la escena deportiva mundial luego un largo tiempo alejado por las lesiones y por una serie de problemas personales.
El premio es también una recompensa al renacer que ha estado viviendo el norteamericano, quien cerró la temporada anterior con un broche de oro al ganar el Tour Championship, su primer trofeo luego de sufridos cinco años de sequía.
"Estoy muy emocionado. Es increíble pensar que he ganado. Ha sido un camino duro, difícil. He tenido que parar muchas veces para juntar otra vez las piezas. Ha sido un progreso constante. Me ha costado no llorar en el último putt. Los jugadores saben lo especial que es", había dicho Tiger tras haberse alzado como el monarca del torneo de Atlanta.
Pero su resurgir también se ha visto reflejado en sus números. De hecho, Woods arrancó el 2018 en el puesto 656 del ranking OWGR, mientras que hoy en día está en la posición 13. El "Tigre volvió a rugir".
Salir del fondo
El premio obtenido por Tiger el lunes tiene un sabor más que especial. Es la señala de que ya dejó atrás las polémicas que lo tenían paralizado y con serio riesgo de terminar con su carrera.
En mayo del 2017 el hijo pródigo del golf había tocado fondo cuando fue detenido conduciendo bajo los efectos de distintos medicamentos relajantes mezclados con alcohol, en una calle de la ciudad de Florida. Las fotografías que le tomaron los policías esa madrugada, con el rostro cansado, desencajado, encendieron las alarmas en sus fanáticos.
Los mismos fanáticos que hace sólo seis años fueron testigos de uno de los mayores escándalos sexuales en los que se ha visto involucrado un deportista, que culminó con la esposa de Woods, la modelo Elin Nordegren, pidiéndole el divorcio, tras enterarse de la serie de amoríos que tenía.
Pero todo eso ya fue olvidado, al igual que las rebeldes lesiones que lo aquejaban. Si bien Tiger estuvo casi cuatro temporadas a media máquina por culpa de sus problemas en la espalda, todo eso parece haberse esfumado y su regreso en gloria y majestad ya se ha vuelto una realidad.
