SANTIAGO.- La temporada 2019 ha sido de contrastes para los dos mejores tenistas chilenos:
Nicolás Jarry (47°) y Christian Garin (95°) están pasando por momentos totalmente distintos y eso se refleja en los números.
El "Príncipe" en 2018 tuvo un meteórico ascenso gracias a participaciones sorprendentes en su año inicial dentro del circuito ATP. Llegó a su primera final en la elite, se metió dentro de los 40 mejores del mundo y derrotó a jugadores de la talla de Dominic Thiem (8°) y Marin Cilic (10°).
Tan rápida fue su progresión, que muchos se ilusionaron con cómo podía seguir avanzando el espigado tenista nacional esta temporada. Sin embargo, esas esperanzas han ido decayendo poco a poco.
El chileno en 2019 no ha podido ganar ningún partido en torneos ATP (avanzó una ronda en Doha, pero ese duelo ante Robin Haase lo ganó el 31 de diciembre del año pasado) y solo mostró parte de su buen tenis en la serie de Copa Davis.
Ahora, tras la Davis, Jarry lleva tres derrotas consecutivas en la gira por Sudamérica contra jugadores que están fuera del top 100. Y lo peor de todo no han sido los resultados ni que la próxima semana aparecerá cerca del puesto 60 del escalafón, sino el opaco nivel mostrado por el nacional en dichos encuentros.
Por ejemplo, ayer martes ante Roberto Carballés (114°) en Río de Janeiro, el chileno cometió 68 errores no forzados, una cifra demasiado elevada para un tenista top 50 y más aún considerando que el rival no mostró un juego brillante y se dedicó, en gran parte del encuentro, a esperar los yerros de "Nico".
Otro aspecto en el que se le ha visto muy bajo, que viene de la mano con la gran cantidad de errores, es el tema de la confianza. Jarry, quien se caracteriza por hacer muchos winners, está dudando demasiado a la hora de golpear con su derecha, se le nota perdido con su patrón de juego y cada punto que gana tiene que lucharlo más de la cuenta, algo que no es propio de su ADN.
También un aspecto que ha ido a la baja en el chileno es el tema de la devolución, lo cual ha sido clave en esta mala temporada. De hecho, un número que refleja esto es que en 2018 el nacional ganó un 17% de los juegos de devolución y este año lo ha hecho en apenas el 7% de los games de saque del rival.
Garin explotando sus capacidades
En una vereda contraria a la de Jarry se encuentra Christian Garin. El "Tanque", quien terminó el 2018 ganando tres títulos Challenger de manera consecutiva, este 2019 poco a poco está demostrando que tiene el nivel para pelear en el circuito ATP.
De hecho, el chileno, quien pasa el mejor momento de su carrera, la semana pasada en Buenos Aires ganó su primer partido después de seis años en este tipo de torneos y ahora en Río de Janeiro ya se encuentra en segunda ronda.
Precisamente estas últimas últimas dos semanas el número 91 del mundo ha mostrado un tenis muy sólido y consistente, algo que en el pasado se le criticaba al nacional.
Porque si bien Garin siempre ha tenido golpes de categoría, le costaba mucho mantenerlos durante todo un partido o un torneo. Ahora, las lagunas, sobre todo mentales, son casi nulas.
Un factor clave en este "click" que hizo "Gago" fue su nuevo entrenador, el argentino Andrés Schneiter, quien lo dirige hace un poco más de seis meses.
No es coincidencia que justo cuando comenzó a trabajar con el trasandino, sus resultados mejoraron considerablemente. El "Gringo", como es apodado el coach, supo pulir las fortalezas de Garin (su juego de fondo) y cambiar en 180 grados sus debilidades (su mentalidad y lenguaje corporal en cada partido).
Ahora, el "Tanque", quien también mejoró bastante su servicio, se ve dispuesto a pelear cada pelota y cuando un tiro no le sale bien, da vuelta la página de inmediato y no se frustra como lo hacía en el pasado.
De cara a lo que resta de temporada, solo queda esperar para ver cómo avanzarán ambos tenistas y habrá que ver si Jarry puede salir de esta mala racha y si Garin logra consolidarse en los torneos ATP.